¿Una idea que se puede replicar en nuestro país? Las celebraciones del 4 de julio en Estados Unidos se realizan con euforia y sobre todo con muchos, pero muchos fuegos artificiales. Millones de estadounidenses aman usar pirotecnia en el día de la independencia.
Sin embargo, los que no la pasan tan bien, son los perros. Ellos sienten palpitaciones, temblores, aturdimiento, náuseas y hasta miedo a morir. Veterinarios, recomiendan que estemos junto a ellos en esos momentos con música relajante para que puedan estar más tranquilos.
Pero, ¿quién piensa en los perros abandonados? ¿Los animales de los albergues? Por ello, en el país de los Estados Unidos, más de 100 personas en un pueblo de Arizona decidió pasar el día de la independencia junto a estas mascotas que se asustan mucho en este día.
El Departamento de Cuidado y Control de Animales del Condado de Maricopa empezó con un programa experimental de nombre “Calming Companions”. La modalidad consiste en invitar al público a los refugios para sentarse con los gatos y perros.
El ruido de los fuegos artificiales llega a ser una de las peores experiencias para los animales y peor aun cuando todos están en un refugio.
José Santiago, el oficial de información realizó una solicitud especial para que cada las personas lleguen hasta los refugios el mismo 4 de julio.
El oficial mencionó:
“Los refugios pueden ser un lugar muy estresante para los animales. Cuando agregas los ruidos fuertes de una explosión de fuegos artificiales, eso los hace aún más ansiosos.
Nos preguntamos: ‘¿Qué podemos hacer para que esta noche sea lo más tranquila posible para ellos?'”.
Una experiencia que quizá se podría replicar en nuestro país. Ya que ellos sufren mucho con los fuegos artificiales.