El capitán de la selección peruana de voleibol masculino, Eduardo Romay, prepara maletas para viajar a Europa con la finalidad de enrolarse en su nuevo club, el Amstetten de Austria, lo que representa su tercera experiencia deportiva en el exterior.
“Estas oportunidades nacen porque ahora la mayoría de nosotros trabaja con agentes y gracias a Dios se dio la ocasión de sumarme a este equipo. Europa está en un momento más tranquilo con la pandemia, entonces hay más posibilidades de jugar y seguir con nuestra carrera”, dijo Romay.
“Hay que buscar salir al extranjero para crecer y romper las limitaciones que podamos tener. Esa es la principal motivación. Ya estuve en Arabia donde jugué y peleamos cosas importantes. Bonita la experiencia".
"En España fue distinto porque teníamos que sumar al final de la liga para no ir al descenso”, agregó el deportista.
Eduardo Romay se mostró contento por el crecimiento deportivo de la escuadra nacional y cree que ello se debe al trabajo que realiza el entrenador Sixto Mendoza, quien desde su llegada se notó la evolución en el juego del conjunto patrio.
“Yo llegué a la selección sin saber jugar voleibol. No me convocaron. Tenía una importante talla a los 15 años. Entrenaba solo mientras la selección de mayores estaba ahí. Fue difícil crecer desde cero".
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"Ya son ocho o nueve años en esto. Me ayudó mucho en mi crecimiento la gente que te decía que no puedes; y lo otro es que en el vóley me sentí muy querido y cuando representas a tu país terminas de enamorarte”, finalizó el voleibolista.