Los médicos suelen escribir en un lenguaje complicado que incluso los farmacéuticos tienen problemas para descifrar las recetas y hoy te revelamos la razón.
Únete al canal de Whatsapp de WapaLa notoria afirmación de que los médicos suelen tener una caligrafía poco legible no es algo nuevo. Durante mucho tiempo, los profesionales de la salud han atraído la atención por la forma en que escriben, una característica que ha generado preocupación en la comunidad médica.
Aunque pueda parecer un asunto menor, en realidad tiene implicaciones significativas. Según una publicación en el blog del escritor Alfred López, miles de personas fallecen anualmente en Estados Unidos debido a la mala caligrafía de los médicos, lo que conlleva que los farmacéuticos no comprendan adecuadamente las recetas médicas.
El sitio web Saludiario, en uno de sus artículos, menciona un caso en el cual un médico tuvo que pagar una indemnización de 225 mil dólares a la familia de una paciente que murió a causa de un infarto al miocardio. Esta tragedia ocurrió porque el farmacéutico interpretó incorrectamente "Plendil" (Felodipino) en lugar de "Isordil" (Dinitrato de Isosorbide), que era la indicación correcta. Se cree que este error estuvo relacionado con el fallecimiento de la paciente.
A pesar de estas consecuencias significativas, lo que resulta enigmático para muchos es por qué tantos médicos tienen una letra tan poco legible. Sobre esta cuestión, existen varias teorías y suposiciones.
Una de las teorías acerca del origen de la mala caligrafía en los médicos se remonta al siglo XV, en la época de España. En aquel entonces, se creó el Real Tribunal del Protomedicato, un grupo de especialistas encargados de supervisar las profesiones relacionadas con la salud.
Cuando los españoles colonizaron América, este cuerpo técnico se estableció en las colonias de dominio español. Como regla, exigían que las recetas médicas se redactaran en latín, considerado la lengua más culta en ese momento. Esto se explica en un libro llamado "Oro y espadas. Curiosidades históricas de la Argentina cuando era española", escrito por Daniel Balmaceda.
Sin embargo, con el aumento de la población y las enfermedades, muchos pacientes comenzaron a quejarse de no entender las recetas, ya que la mayoría no conocía el latín.
A principios del siglo XIX, se emitió un decreto que requería que los médicos escribieran las recetas en español, lo cual benefició a la mayoría de la población. A pesar de esta orden, los médicos, en aparente represalia por la pérdida de prestigio de su profesión, comenzaron a usar una caligrafía cursiva que resultaba difícil de leer. No se puede afirmar con certeza que esta historia sea completamente precisa, pero lo que sí se sabe es que la mala caligrafía en las recetas médicas se convirtió en algo común.