Dependiendo de resultados, hay una montaña rusa de emociones.
Únete al canal de Whatsapp de WapaCualquiera sea el resultado hoy entre Perú y Chile, el fútbol genera diversas sensaciones en los aficionados, sobre todo cuando se trata de encuentros internacionales, donde salen a relucir la identidad, el sentido de pertenencia, la empatía, la solidaridad, el júbilo; pero también la tristeza y frustración, emociones que provocan subidas o bajones en la salud mental.
“Este deporte funciona como un espacio de proyección personal porque nos motiva, evoca momentos de gloria en nuestra memoria y nos genera expectativa de buenos resultados”, explicó Mauro Cerón, coordinador de la carrera de Psicología de la Universidad Privada del Norte.
Según el especialista, practicar fútbol, como cualquier otro deporte, favorece tanto al cuerpo como a la mente, ya que ejercitarse de forma regular puede prevenir la aparición de algunos trastornos como la ansiedad y la depresión. Sin embargo, señaló que ver un partido de fútbol también puede impactar positivamente en la salud mental.
“El deporte fomenta en el ser humano la disciplina, la unión y la capacidad de regular emociones, además de generar un conjunto de hormonas como la oxitocina que, sumado a los otros beneficios, nos prepara para un estado emocional saludable”, comentó a la Agencia Andina.
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A continuación conoce algunos beneficios que brinda el fútbol a la salud mental y emocional de los espectadores:
Si eres parte del público, ver un partido de fútbol reduce los niveles de estrés porque se vive cada jugada con intensidad, lo que ayuda a canalizar y regular las emociones al culminar cada partido.
Durante los 90 minutos de la competencia, el cerebro solo se concentra en los movimientos del equipo, que se desenvuelve organizadamente sobre el campo del juego. Esto nos desconecta y nos alivia de nuestras preocupaciones.
Asimismo, esta actividad visual permite ejercitar la memoria e intercambiar conocimientos entre los aficionados, mejorando la agilidad mental.
Cuando disfrutamos un partido de fútbol, se liberan las hormonas de felicidad, como la endorfina que da sensación de bienestar y puede favorecer a la reducción del dolor, en caso de personas con enfermedades.
Cuando nuestro equipo favorito anota un gol, sentimos como si nosotros mismos lo hubiésemos hecho. Esta sincronización puede estimular la secreción de dopamina, una sustancia que causa placer y relajación en el cuerpo. Cabe señalar que tener bajos niveles de dopamina puede provocar un estado de mal humor, desmotivación o cansancio.
Durante un campeonato de fútbol, se generan emociones de alegría y júbilo en los espectadores, aumentando así el bienestar emocional.
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Si bien el fútbol permite al aficionado entretenerse y estimular la liberación de endorfinas y hormonas de felicidad, el especialista advirtió que también se pueden experimentar emociones como angustia, el estrés, la tristeza y la ira.
“El fútbol es un espacio donde se encuentran todo tipo de emociones, desde frustración hasta algarabía. Lo importante es aprender a regularlas y nunca reprimirlas”, añadió.
Para mantener un estado emocional saludable, recomendó visibilizar las emociones, compartir la experiencia con amistades y familiares y tomar con calma los resultados, independientemente de si son positivos o negativos.
Por último, indicó que no se debe confundir el amor a un deporte con el fanatismo. En el caso de un hincha de un equipo o selección, ver un partido de fútbol despertará emociones positivas y conductas adaptativas de desarrollo, mientras que el fanático podría llevar hacia conductas desadaptativas o negativas.
“Una persona que es fanática no puede reconocer la derrota y no tiene la capacidad de regular sus emociones ante los resultados. Incluso puede llegar actuar de manera ofensiva y violenta, un rasgo que demuestra una patología y que no es consecuencia de la actividad deportiva”, concluyó.
Fuente: ANDINA