El hecho ha marcado un histórico antecedente para futuras defensas ante agresiones sexuales.
Únete al canal de Whatsapp de WapaEra octubre del año 2019 y Fernando Matías Vila de 33 años no pudo frenar su ira e impotancia tras enterarse que su vecino había abusado sexualmente de su hija de cinco años. El hecho ocurrió en la ciudad de Bahía Blanca, Argentina.
Una vez enterado del hecho, Fernando ingresó a la vivienda de José Dagoberto López Uribe de 66 años con la intención clara de agredirlo y de seis heridas cortopunzantes le ocasionó la muerte.
Totalmente ecuánime, el padre de la víctima regresó a su domicilio y posteriormente se dirigió hacia la comisaría más cercana para entregarse por lo ocurrido.
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"Herí al abusador de mi hija", señaló el hombre ante los efectivos de la policía, sin saber que había acabado con la vida de José López.
"De los nervios que tenía la abracé a mi esposa, no podía hablar y me temblaba el cuerpo. Nunca me había pasado una situación así. Ella trataba de tranquilizarme y le dije que fuéramos a la policía, pero no pensé que estaba muerto. Imaginé que lo había lastimado", comentó.
El hecho ha causado toda una conmoción en Argentina, en donde la opinión pública se mantenía expectante por el juicio que emprendería Fernando Vila.
Fue así que un jurado popular decidió condenarlo a una mena menor de tres años, hecho que genera que el padre de la víctima no vaya a la cárcel.
El argumento presentado por los jueces fue que el acusado se encontraba influenciado por los efectos de una emoción violenta tras descubrir la agresión sexual contra su hija.
En un principio, la fiscalía argentina había pedido que el hombre sea condenado por homicidio simple (pena entre 8 a 25 años), pero ello fue rechazado.
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"Me arrepiento de lo que hice, porque si no hubiera ido directamente a la casa no me hubiera pasado todo esto. Hace 3 años que vengo viviendo un calvario. Perdí mi trabajo, no me pudieron tomar más porque estaba todo esto en suspenso", agregó Matías quien trabaja como albañil.
Finalmente, señaló que su hija todavía no logra reponerse al hecho. "Todavía sigue mal, no va a los cumpleaños y no se junta con los chicos del barrio. Hasta hace poco no sabía que estuve preso. Ella pensaba que yo estaba trabajando en el penal. En ese entonces teníamos una psicóloga que la veía, pero no pudimos seguir dándole esa asistencia, por mi tema laboral", concluyó.
Si usted ha sido o conoce a alguien que ha sido afectada o involucrada en hechos de violencia familiar o sexual, puede comunicarse de manera gratuita a la Línea 100 del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, que cuenta con un equipo especializado en “brindar información, orientación y soporte emocional”.
Además, la Línea 100 tiene la facultad de derivar los casos de violencia familiar o sexual más graves a los Centros de Emergencia Mujer o al Servicio de Atención Urgente. Este servicio atiende las 24 horas, todos los días del año (incluye feriados).