Una joven chilena nunca creyó que su matrimonio se convertiría en un verdadero tormento. La mujer se conoció con su secuestrador peruano a través de las redes sociales, se enamoraron y se casaron; sin embargo, el sujeto la mantuvo privada de su libertad durante casi cuatro años, junto a su pequeña hija.
Gracias a la ayuda de una vecina, la chilena de 42 años pudo ser rescatada de la casa en Chiclayo, lugar en el que se encontraba secuestrada por Giorgio Stefano Armas Gabrielli, su esposo desde agosto de 2018, así lo informó Mega Noticias.
Según señalaron, de casarse en Chile, la pareja había decidió mudarse al norte del Perú, ya que ahí viven los familiares de Armas Gabrielli.
Pero, en diciembre de 2018, tan solo unos meses de recién casados, ella descubrió que estaba embarazada tres meses, luego de anunciar la noticia, la mujer fue víctima de agresiones por parte de su suegro.
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Además, revelaron que su suegro también la habría agredido físicamente en febrero del 2020, tras escuchar que la mujer chilena pedía ayuda a su hermana para regresar a su país.
“La única vez que me habló fue una vez que ella me dijo ‘estoy aburrida, lo único que quiero es regresar a Chile, porque aquí me tratan muy mal, esta gente es muy mala conmigo’”, declaró a La Mega la tía de la víctima, quien enfatizó que la tenían “encerrada”.
La víctima se encontraba cautiva en el departamento donde la familia de Armas Gabrielli ofrecía clases de boxeo.
Por esta razón es que una vecina, quien se había matriculado a las clases de boxeo, se percató del secuestro luego de asistir a varias sesiones.
La fiscal de Lambayeque, Karen Padilla, manifestó que la vecina denunciante “tomó clases de boxeo con Giorgio Armas y su padre, Julio, (ambos imputados por el secuestro), en el departamento. Allí se percató de que encerraban a Viera y a su hija. La menor gritaba y lloraba constantemente, lo que no le parecía normal”.
La mujer continuó yendo al departamento, haciendo como si no pasara nada para ganarse la confianza de los secuestradores. Luego de un tiempo pudo tener contacto con la víctima, quien le pidió ayuda, además de contarle que ella estaba encerrada desde diciembre del 2018 y que estaba aislada en una habitación junto a su hija de dos años.
Tras su rescate, la chilena contó que no tenía acceso a internet y la única forma de pedir auxilio era pegando un papel en la ventana, pero nunca fue visto por nadie.
“Ella no podía escapar del departamento porque este tenía rejas en las ventanas y en la puerta, que además mantenían cerrada con tres candados. Ella escribía papeles pidiendo auxilio y los lanzaba a la calle esperando que algún transeúnte los leyera”, agregó la fiscal.
La mujer de 42 años “yo siempre vivía encerrada en mi habitación, no tenía libre tránsito. Quiero regresar a mi país, por favor solicito a las autoridades que me ayuden a regresar”.
También informaron que tanto la mujer como su hija viajarán desde Chiclayo hasta Lima para reencontrarse con sus familiares (su madre y un hermano), quienes buscan trasladarlas de inmediato a su país.
Si usted ha sido o conoce a alguien que ha sido afectada o involucrada en hechos de violencia familiar o sexual, puede comunicarse de manera gratuita a la Línea 100 del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, que cuenta con un equipo especializado en “brindar información, orientación y soporte emocional”.
Además, la Línea 100 tiene la facultad de derivar los casos de violencia familiar o sexual más graves a los Centros de Emergencia Mujer o al Servicio de Atención Urgente. Este servicio atiende las 24 horas, todos los días del año (incluye feriados).