Una madre de familia busca, desde hace tres meses, todas las noches un cajero automático en la ciudad de Cusco para que pueda descansar con sus cuatro hijos.
“No tengo donde esperarles, donde hacerles tomar desayuno, donde hacerles dormir al menos. No hay”, señaló a Latina.
Margarita Vargas de años tiene a cuatro menores de 12, 9, 7 y 3 años y lo único que pide es un techo donde pueda vivir con sus pequeños. La madre de familia no puede más con el frío y a los peligros a los que se expone junto a sus hijos durmiendo en cajeros automáticos.
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“Los dos se acomodan ahí y con esto los cubro”, explicó al tiempo que muestra dos casacas deterioradas que acomoda en el piso del cajero automático para que sus niños puedan descansar.
“Nosotros tenemos que ver que no venga nadie porque vienen también tres jóvenes a dormir. Cuidando yo la puerta no puedo ni descansar. Tengo que ver por mis hijos, tengo que ver que nadie entre”, contó.
De acuerdo al programa de noticias, desde que el papá de sus hijos la dejó -hace tes años-, ella debe respaldar a sus menores. Anteriormente arrendaba un espacio, sin embargo, le resultaba casi imposible conseguir los 400 soles de alquiler, la dueña los botó.
Margarita y sus hijos trabajan vendiendo caramelos y artesanías todos los días para poder subsistir.
“A S/1 para el almuerzo alcanza. Somos cuatro personas a S/5 nos rebaja el señor de la pensión, ya nos conocen. A S/5 no más nos venden”.
A pesar de su vulnerabilidad, la mamá añora compartir un Día de la Madre en compañía de sus cuatro tesoros. Si desea apoyarla puede comunicarse al 974 537 060.