Hildebrandt hunde a Castillo: "Es imposible esperar que haga las cosas bien"

Perdió todos los aliados. Pedro Castillo continúa en el ojo de la tormenta frente a pedidos de varias personalidades de su pronta renuncia a raíz del terrible manejo del país y la crisis política, económica y social que está generando, por ello el periodista César Hildebrandt, no dudó en pronunciarse dejando en claro que no debería seguir gobernando.

Como se recuerda, desde hace algunas semanas el reconocido periodista recomendó al presidente Pedro Castillo que deje el gobierno y así poner fin a la crisis política y social que se vive en el país, la cual ha desencadenado una serie de huelgas en varias regiones, con un lamentable saldo de 6 muertos.

A raíz del terrible manejo de los conflictos sociales, el comunicador reafirmó su posición contra castillo, sentenciando que nadie en su sano juicio podría apoyarlo o querer que continúe en el gobierno.

“A no ser que alguien esté pensando en una intervención tanquista de las Fuerzas Armadas, nadie en sanidad mental puede desear que Castillo siga gobernando y que el Congreso, deseoso de conservar sus privilegios, continúe acompañándolo”, indicó en Hildebrandt en sus trece.

“Las encuestas coinciden: el repudio popular deslegitima a Castillo, remedo de presidente, y al conato de Parlamento que también padecemos. No hay cómo sostener esta precariedad”, comentó.

Hildebrandt explicó el fallido toque de queda que estableció el gobierno de Pedro Castillo para intentar controlar las huelgas en Lima y provincias, que los ciudadanos no respetaron, más bien terminaron marchando por las calles para exigir la denuncia.

“No es posible llamar ‘poder ejecutivo’ a esta junta de irresponsables desnortados que encabeza un hombre que cita las autopistas de Hitler como ejemplo de planificación”, argumentó.

El escritór confesó que es imposible esperar que el mandatario haga las cosas bien, ya que "su narcisismo le impide percatarse del tamaño de sus errores". Además, catalogó la compañía del secretario general de Perú Libre y condenado por corrupción, Vladimir Cerrón, como el "covid propio" del presidente.

"La tarea minuciosa de acabar con Castillo fue obra de él mismo. Cada día, a toda hora, con cada presencia, el señor presidente de la República nos demostró con entusiasmo la cortedad de sus alcances, el carácter letal de su nulidad, su pavorosa vocación por el desatino, el fantasmal argumentario con el que fraseaba su ininteligibilidad", finalizó.