Mujer dejó de ser vegetariana y ahora vive en el bosque y caza animales con arco y flecha para comer [FOTOS]

Miriam Lancewood  era una mujer vegetariana que hace 7 años dejó esa vida para irse a vivir junto a su pareja Peter en los bosques de Nueva Zelanda, donde caza animales para comer con un arco y flecha. Ha visto a su familia dos veces y solo se comunica con ellos a través de cartas.

Según el medio británico Daily Mirror, desde que se fue a vivir a los bosques de Nueva Zelanda solo ha visto su familia dos veces porque no tiene teléfono, computadora ni otro medio de comunicación que no sean cartas enviadas de vez en cuando, para decir que están bien.

Para Mirian fue un gran cambio, porque era una persona vegetariana, que nunca pensó ni se imaginó que un día debería matar para comer. Sin acceso a hospitales cuando lo necesita, ella hace de doctora muchas veces.

“Mi primera caza fue una zarigüeya y tuve que golpearle en la cabeza, pero no lo hacía bien y no se moría. El animal me miraba con ojos temerosos. Yo sentí pánico, temblaba de miedo. Pensé que nunca lo podría hacer”, recuerda Lancewood, quien después practicó y aprendió a cazar con arco y flecha.

La comida y las enfermedades pueden volverse grandes preocupaciones en algunas ocasiones. Miriam y Peter no pueden llamar a servicios de emergencia y a veces deben aguardar días o semanas para alcanzar un servicio de asistencia médica. Y apenas llevan consigo un botiquín de primeros auxilios y medicamentos contra la malaria.

“Debemos cuidarnos mucho. Si me fracturara una pierna, sería terrible”, cuenta.

Pero a pesar de esos puntos bajos en su nuevo estilo de vida, ella dice que no cambiaría el vivir que lleva por volver al cotidiano de la ciudad y sentirse estresada en ese ambiente.

“Seguramente no volvería a la vida que llevaba antes, con un trabajo en la ciudad y una ‘vida normal’. Odiaría llevar una vida monótono en la cual sepa qué haré en la próxima semana, en la cual el reloj gobierna tu vida” (Miriam Lancewood)

“Me ha sorprendido mucho cuánta energía sientes al vivir en la naturaleza. Creo que este es en realidad nuestro estado natural. Nuestros ancestros vivían de esta manera. Y ante las montañas alrededor, soy muy pequeña. Tus miedos y preocupaciones se vuelven aún menores“, concluye, casi como una filósofa 100% natural.