Esto ocurre en un taller de masturbación femenina
Únete al canal de Whatsapp de WapaLa masturbación femenina es un tema tabú cuando hablamos de la sexualidad de las mujeres. Ese silencio que existe en torno al autoplacer contribuye a que muchas mujeres no sepan cómo masturbarse y que otras que sí se masturban sientan culpa o vergüenza por hacerlo.
Siendo las afortunadas dueñas de un órgano que sólo sirve para darnos placer como lo es el clítoris deberíamos ser unas expertas en el arte de masturbarnos pero lamentablemente no es así.
La buena noticia es que en diferentes partes del mundo van surgiendo mujeres dispuestas a cambiar esta situación y por eso cada vez son más los talleres de masturbación femenina que les enseñan a las mujeres a darse placer a sí mismas.
Vamos a conocer un poco acerca de cómo son los talleres de masturbación femenina en México, Chile y, por supuesto, Perú, ya que compartiré con ustedes mi propia experiencia como creadora de espacios de autoerotismo en Lima.
La revolución latinoamericana del placer
Los talleres de masturbación femenina existen en Estados Unidos desde los años 70 cuando la educadora sexual Betty Dodson se atrevió a convocar a un grupo de mujeres para que la visitaran en su casa en Nueva York con el objetivo de enseñarles a masturbarse.
Las lecciones de Dodson no iban acompañadas solamente de información sobre el gran poder del clítoris para brindar placer sino que ella mostraba paso a paso cómo masturbarse. Con un espejo en una mano y un vibrador en la otra mano, Betty ha ayudado a varias generaciones de mujeres a aprender a darse placer a sí mismas.
En el caso de Latinoamérica los talleres de masturbación femenina son recientes y aún son pocas las educadoras sexuales que se dedican a hablar de este tema. Una de ellas es Fabiola Trejo, una sexóloga mexicana que, a través de su proyecto Placer & Sexualidad Positiva, promueve el autoerotismo entre las mujeres.
En el caso de Trejo sus talleres, llamados Bodysex, no son sólo teóricos sino que contienen una parte práctica. Las participantes se encuentran completamente desnudas y, luego de hablar de sus orgasmos y sus cuerpos, observan sus vulvas y se masturban.
Algo similar ocurre en los espacios que dirigen la kinesióloga pélvica Carolina Silva y la terapeuta sexual Constanza del Rosario en sus talleres titulados Un placer conocerme, en el cual durante 11 horas estas dos chilenas —cubiertas apenas con una bata abierta que permite observar su desnudez— les brindan información teórica a las participantes acerca del placer que ellas mismas pueden darse.
Poco a poco, debido al calor del espacio cerrado en el que se reúnen, las participantes se van desnudando sobre todo de la cintura para abajo para observar las partes de su vulva y para identificar al responsable de su placer: el clítoris. Luego, con la guía de Carolina y Constanza se masturban allí, unas al lado de otras.
Placeres secretos en Lima
En mi caso, en los talleres que realizo desde hace dos años en Lima me he dedicado a hablar de los mitos y beneficios de la masturbación femenina. Porque es necesario primero romper los mitos que existen en torno a este tema como que las mujeres no necesitan masturbarse porque desfogan su deseo sexual a través de la regla; y luego conocer los beneficios físicos, mentales y emocionales que aporta a tu vida como que combate el insomnio, alivia los cólicos menstruales leves y mejora la calidad e intensidad de tus orgasmos.
En cada taller nos reunimos en círculo entre 25 a 50 mujeres de diferentes edades, que van entre los 18 años hasta los 65 aproximadamente, para conversar sobre la curiosidad que nos provoca la masturbación o sobre nuestras experiencias masturbatorias. Gracias a que se genera una confianza profunda entre nosotras todas se atreven a contar vivencias íntimas, nos reímos juntas de nuestros antiguos miedos y celebramos nuestros recientes descubrimientos sexuales.
Aunque mis talleres no implican esa parte práctica que sí tienen los que se realizan en México o Chile, tan sólo hablar de placer sexual femenino es un tabú tan grande en una ciudad pacata y conservadora como Lima. Prueba de ello es que la Conferencia Episcopal Peruana, organismo perteneciente a la Iglesia Católica del Perú, prohibió uno de mis talleres a finales de junio de este año por considerar que atentaba con la moral y las buenas costumbres limeñas.
Sin embargo, estas actitudes prohibitivas sólo me han animado a seguir brindando educación sexual para que las mujeres puedan disfrutar más del sexo tanto a solas como en compañía. Ahora mismo estoy elaborando un nuevo taller para hablar de las técnicas para masturbarte y del uso de juguetes sexuales para estimular tu clítoris.
No sé si algún día llegue a hacer un taller práctico en el que un grupo de mujeres y yo nos masturbemos juntas, pero por ahora compartiré mis saberes masturbatorios y cada una podrá ir a su casa a ponerlos en práctica.