Agotamiento laboral ya es considerado una enfermedad, según la OMS

¡Ya es una realidad! El agotamiento laboral o “burnout” es ahora un diagnóstico médico legítimo, así lo informó la Clasificación Internacional de Enfermedades, ICD-11 en el manual de la Organización Mundial de Salud (OMS) que guía a los médicos en el diagnóstico de enfermedades.

De acuerdo a lo publicado por el portal de la CNN, el estrés laboral ya es parte de la sección de la ICD-11 sobre las dificultades vinculados con el trabajo o el desempleo. Según este manual, los doctores pueden diagnósticas a una persona con agotamiento si presentan los siguientes síntomas:

1. Sensaciones de perdida de energía o extenuación.

2. Falta de concentración en el trabajo o pensamientos negativos o de cinismo relacionados con el trabajo.

3. Eficacia profesional reducida

Pero antes de que se haga un diagnóstico, el manual dice que los doctores primero tienen que descarar el trastorno de adaptación, así como ansiedad y otros trastornos que estén relacionado con el ánimo. Y este análisis solo se limita al entorno laboral y no se puede aplicar a otras situaciones de la vida.

Este término por mucho tiempo ha sido un concepto borroso que ha retado los intentos de crear una definición de consenso determinada en la que todos los especialistas puedan estar de acuerdo.

Por ejemplo, el psicólogo Herbert Freudenberger, a quien se considera el iniciador de un estudio serio sobre el estado de agotamiento con un artículo publicado en 1974 y según una revisión de 2017 de trabajos publicados en la revista SAGE Open.

Los encargados de esa revisión, Linda y Torsten Heinemann, indican que, durante las siguientes cuatro décadas, se realizaron estudios parecidos que hablan sobre ese tema. Durante ese periodo de tiempo, observaron que el agotamiento no se consideraba como un trastorno mental real a pesar que es “uno de los problemas de salud mental más discutidos en la sociedad actual”.

Una de las razones, indicaron los Heinemann, es que gran parte de los investigadores sobre el tema solo se centraron en las “causas y factores relacionados”, en vez de los intentos de desarrollar criterios de diagnósticos detallados. Provocando una “vaguedad y ambigüedad” alrededor del tema del agotamiento.

En su revisión, señalan que la cuestión de si los investigadores podrían diferenciar la depresión y el agotamiento también fue un obstáculo importante para elevar el agotamiento a una enfermedad.