Mavys Álvarez se arma de valor y cuenta los abusos que sufrió por parte de Diego Maradona

Las declaraciones que dio Mavys Álvarez Rego, expareja de Diego Maradona, a la prensa argentina viene dando la vuelta al mundo. La mujer de nacionalidad cubana reveló los terribles momentos que pasó junto a al fallecido futbolista cuando ella tenía tan solo 17 años. Relató que el '10' abusó sexualmente de ella mientras su madre lloraba en la puerta.

La denuncia por trata de personas de Mavys Álvarez, quien tuvo una relación abusiva con Diego Maradona, siendo menor de edad, la trajo a Argentina después de 20 años. Tras su declaración judicial, concedió una entrevista al medio Infobae.

Según contó al mencionado medio, Mavys fue traída a Argentina por Diego Maradona desde noviembre de 2001 hasta febrero del año siguiente. En ese tiempo, el futbolista obligó a la menor de 16 años a hacerse una cirugía para agrandarse los senos, sin consentimiento de ella ni de sus padres.

Traumáticos. Estaba encerrada, no podía salir, dependía de todos para todo y ninguno hacía nada para que yo me sintiera bien.

Mi mamá vino a verme a la casa de La Habana y Diego no le quiso abrir la puerta. Ella tocó la puerta de la habitación y él no quiso abrir. Él me tapó la boca para que yo no gritara, y abusó de mí.

Sí y tocando insistentemente. Quería verme.

Le causaba morbo tal vez, no sé.

No, no se abre la puerta. Diego nunca abrió la puerta. Mi mamá estuvo tocando, bajaba, volvía, y lloraba detrás de la puerta porque sabía que estábamos ahí. Él nunca le abrió hasta que se tuvo que ir porque no le abrió.

No me dejaba gritar. No podía. Me decía “cállate la boca, cállate la boca”.

Diego y yo fuimos a ver a Fidel porque se le había ocurrido anteriormente tratar de traerme en una caja.

En una caja. Yo entré a la caja. Me dijo le vamos a hacer unos agujeros, un doble fondo y vas a ir abajo para que no te descubran. Porque encima tenían que poner algo si no iban a descubrir lo que podía estar adentro. Se iba a subir a la bodega del avión.

A Diego. Después dijeron vamos a ver a Fidel. Entramos y esperamos en el salón hasta que entra Fidel y le dice: “De dónde conseguiste esta chica tan bonita”, y le empieza a hablar de mí y me pasa la mano por arriba del brazo y Diego le dijo: “Bueno, dejando, dejando”, y le quitó el brazo.

Obvio, en la cara se me notaba. Y es que hasta el propio Fidel estaba tratando de congraciarse conmigo. Lo vio como algo de costumbre. En esa reunión él me pregunta cosas de mi escuela y qué quería estudiar.

Sí, me preguntó en qué año escolar estaba. Le dije que pasando el 10º grado.

Diego le pidió que le vendiera una casa en Cuba y dejarme viajar con él. Y a Maradona le dijo que las dos cosas se las concedía pero que la casa él se la regalaba, que no se la vendía. Y así fue. Da la aprobación de la salida, no hizo falta nada, ni mamá, ni firmas ni de mi papá, o sea no hizo falta.

Él me fue metiendo en su mundo de la adicción. A mí no me interesaban las drogas, no fumaba, no me drogaba, no tomaba. Poco a poco me introdujo en el alcohol. Después insistió en que consumiera.