Scarlett Johansson le sigue el paso a Salma Hayek con la tendencia perfecta para un evento de gala

Scarlett Johansson es una de las actrices mejor reconocidas tanto por su belleza como por su talento en la actuación. Tenerla como referente en la industria siempre es un deleite pues con su presencia engalana la alfombra roja de cualquier evento empleando imponentes atuendos que fusionan elegancia y sofisticación.

Durante una de sus últimas apariciones en público, específicamente en los ‘Kennedy Center Honors’ la actriz estadounidense se encargó de realizar un deleite fashionista sumándose a una de las tendencias que ha gobernado con supremacía durante la última temporada entre las principales celebs. Nos referimos, por su puesto, a la tendencia metálica que viene acompañada de las lentejuelas y toda la nostalgia hacia los años 70 y sus patrones más llamativos.

La protagonista de ‘Lucy’ le siguió el paso a actrices como Salma Hayek y Eiza González quienes también apostaron por la magia y los brillos de las lentejuelas en looks que no pasaron desapercibidos gracias a las firmas de Tom Ford y Gucci, respectivamente. Y en este caso apostó por Dolce & Gabbana en conexión con la estilista Molly Dickson para modelar un diseño llamativo y radiante.

La pieza contó con un pronunciado escote halter que le aportó elegancia y sensualidad dejando hombros y espalda al descubierto para liberar una dosis de piel que fue cubierta por el extenso vestido que alcanzó los tobillos de sus pies. El diseño estuvo bañado de lentejuelas circulares doradas que tuvieron un efecto reflector el cual creó un efecto visual de gran impacto.

En cuanto a su beauty look optó por llevar unos ‘smokey eyes’ bastante profundos que le agregaron más misterio e impacto a su mirada destacando el color de sus ojos. Sus labios los mantuvo con un tono suave nude que mantuvo equilibrio con el atuendo metalizado que combinó con unos zapatos plateados de tiras. Su cabello lo mantuvo ordenado con un peinado liso que dividió su melena en dos con un efecto bien pulido que le sumó puntos de elegancia a su estilismo, uno que nos confirma el reinado de las lentejuelas como fórmula de expresión para mostrar mayor optimismo.