Indigente fue obligado a deshacerse de un gato, pero lo cuidó hasta encontrarle un hogar

“Mientras menos tienes, más aprecias las cosas”, dicha frase puede emplearse para describir la historia de Martín, una persona indigente que se ha convertido en un personaje de Facebook tras demostrar su incondicional amor por los gatos sin hogar.

El señor, que para deambulando por las distintas calles de San Juan de Lurigancho, ha demostrado tener un gran corazón a pesar que algunas personas le han obligado a desempeñar trabajos muy bajos.

Un usuario que responde al nombre José Enrique decidió narrar la historia de su particular vecino, quien fue encargado de botar a un indefenso felino que, probablemente, causaba muchos problemas en su antiguo hogar.

Martín, en lugar de ‘eliminar’ al gatito, decidió adoptarlo temporalmente hasta que pudiera encontrarle una nueva familia donde le pudieran brindar atención, comida, y mucho amor, algo que no tuvo durante su antigua estadía con sus ex-familiares.

Rápidamente, la historia contada en Facebook despertó el interés de varias personas que habitan en San Juan de Lurigancho, quienes pidieron información acerca de la mascota y cómo podrían contactarse con el señor encargado de su cuidado.

José Enrique señaló en su misma publicación que los interesados en adoptar a la mascota pueden acercarse al mercado Tahuantinsuyo, donde se encontrarán directamente con Martín para realizar el ‘trámite’ correspondiente.

Hasta el momento se desconoce si el gato ya ha sido adoptado, pero tras conocer la historia de Martín en Facebook muchos vecinos han decidido brindarle un apoyo al señor hasta que el panorama social regresar a la normalidad a causa del coronavirus.

Reducción del estrés. Acariciar gatos reduce los niveles de cortisol (hormona relacionada con el estrés).

Efecto terapéutico en personas con autismo.

Inspiran emociones positivas.

Ronroneo sanador.

Protegen el corazón.

Mejora la salud mental.

Mejora la salud general.