Las raíces ancestrales que te defienden de infecciones y nutren tu organismo, según el Dr Pérez Albela
Únete al canal de Whatsapp de WapaEl consumo de raíces es fundamental tanto para la supervivencia como para la salud en determinadas situaciones. En tiempos prehistóricos, nuestros antepasados dependían en gran medida de ellas para su alimentación.
Durante el invierno, cuando los recursos eran escasos, extraer raíces de la tierra era una estrategia clave para combatir el hambre y evitar la desnutrición. Estas plantas subterráneas no solo proporcionaban energía a través de sus azúcares de absorción lenta, sino que también ofrecían beneficios específicos según su variedad.
Principales raíces que se pueden comer
Entre las raíces comestibles se encuentran la maca, el yacón, la oca, la yuca, el camote y el kión, así como la zanahoria, la betarraga, los rabanitos, la alcachofa y la arracacha. Estas se distribuyen a lo largo de los distintos pisos ecológicos del Perú. Para un consumo más saludable, es recomendable optar por raíces de cultivo orgánico o ecológico, ya que los pesticidas y otros químicos tienden a acumularse en esta parte de la planta. Estos productos pueden encontrarse en bioferias.
Una de las raíces más beneficiosas es la bardana, conocida por sus propiedades depurativas y nutritivas. Su piel contiene compuestos activos que protegen contra bacterias, mohos y hongos, por lo que se recomienda lavarlas bien sin retirar la cáscara. Para aprovechar sus propiedades, puede prepararse en decocción con 40 g de raíz por litro de agua y consumirse hasta tres tazas al día.
Si buscas maneras sencillas de incorporarlas a tu dieta, puedes consumirlas hervidas, machacadas, horneadas, asadas con un poco de aceite de oliva o integrarlas en sopas y guisos. Métodos de cocción menos convencionales, como el estofado, el asado a la parrilla o el dorado, pueden realzar su sabor. Prueba combinaciones como zanahorias asadas con yogur y nueces, nabos glaseados con miso o alcachofas acompañadas de avellanas tostadas.
Con un toque de creatividad, las raíces pueden convertirse en un ingrediente fascinante en la cocina.