‘Estás arruinando la paleta de colores’: Laura Spoya fue humillada por influencers durante viaje al Cusco por su forma de vestir

Lo que parecía ser un viaje de colaboración con una marca se convirtió en una experiencia incómoda para Laura Spoya. La modelo y conductora relató en el pódcast Good Time, que comparte con Mario Irivarren y Gerardo Pe, los momentos tensos que vivió durante una visita a Cusco con un grupo de influencers, en lo que describió como una convivencia marcada por la exclusión y la falta de respeto.

Desde el inicio del viaje, Spoya notó que el ambiente estaba dividido. Según su relato, las participantes se agrupaban en tres bloques: ella junto a sus amigas Ivana Yturbe y Ale Venturo (a quienes llamó en tono de broma “el team terreneitor”), un grupo de influencers jóvenes que recién empiezan en redes, y otro conformado por quienes describió como las “mean girls”, haciendo referencia directa a la película de Lindsay Lohan.

Uno de los momentos más surrealistas ocurrió durante la visita a Machu Picchu. Spoya recordó cómo una de las influencers la increpó por vestir de rosado, supuestamente arruinando la armonía visual del grupo. “Me dijo que yo le estaba arruinando el outfit porque ella iba de beige. Y que eso estaba en el brief, que no lo había leído”, relató, imitando el tono del reclamo con ironía.

Frente al comentario, Laura respondió tajante: “No vine a enseñar ropa, vine por mi personalidad. No es mi culpa que ustedes estén vestidas de colores aburridos. Yo me visto como quiero”.

El detalle que más le llamó la atención fue que muchas de sus compañeras incluso llevaban tacos para subir la montaña, lo que, según ella, decía mucho sobre las prioridades del grupo.

Según contó en el pódcast, durante los primeros días del viaje la convivencia fue tolerable. Sin embargo, la relación con el grupo fue enfriándose hasta volverse incómoda. “Día 1 me saludaron, día 2 casi nada, y el día 3 me ignoraban por completo. Fue horrible”, recordó.

Las cosas empeoraron cuando Ale Venturo e Ivana Yturbe se ausentaron por una actividad paralela. Laura quedó prácticamente sola, lidiando con actitudes que calificó como frías y deliberadamente excluyentes.

El episodio más fuerte ocurrió durante una actividad organizada por la marca, que incluía pintar toritos de Pucará y realizar una limpieza energética. Laura se alejó un momento para comprar un café, y al regresar, descubrió que el grupo se había ido sin esperarla.

“Cuando volví, me dijeron que las organizadoras preguntaron si estaban todas, y ellas dijeron que sí. Me dejaron sola. Mi energía estaba hasta el piso”, narró con evidente molestia.

Aunque evitó dar nombres, Laura fue clara al referirse a las influencers con las que tuvo conflictos: “No diré quién fue porque no le voy a dar luz a alguien impertinente. Para mí, es como un moco pegado en la pared: no existe”.

También criticó la falta de empatía y educación que percibió en el grupo. “Uno se da cuenta de las carencias de una persona por cómo trata a los demás”, señaló.

Aunque no mencionó marcas ni nombres específicos, la ex Miss Perú dejó una reflexión clara: no todo lo que se ve en redes refleja lo que realmente ocurre tras las cámaras. Lo que debía ser una campaña colaborativa terminó siendo una lección sobre cómo algunas apariencias en el mundo digital pueden esconder dinámicas poco saludables.