La ansiedad se puede dar de diferentes maneras, tanto físico y psicológico. Incluso, uno de los miedos más comunes es la dificultad para respirar.
El simple hecho de pensar que uno puede morir puede generar una falta de aire, hiperventilación y respiración agitada.
En cualquiera de las circunstancias mencionadas, se te puede complicar la presión y el dolor en el pecho.
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Es uno de los primeros síntomas y lo puedes notar cuando te falta el aire o te estás ahogando. La dificultad para respirar te da la sensación de que estás cerca de la muerte.
En ese momento también se te puede complicar la presión y el dolor en el pecho. Todo esto genera que el temor al miedo crezca.
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La hiperventilación rompe el equilibro en cuanto a cantidad se refiere de oxígeno y dióxido de carbono que hay en la sangre.
Sin embargo, hay que mencionar que la ansiedad impide que pienses con claridad. Esto tendría como consecuencia la falta de aire, pero la hiperventilación no te va a matar. La crisis de ansiedad se pasa solo en unos minutos y no habrá ninguna asfixia.
De todas maneras, por más que ya no sientas ataque de ansiedad y estés más tranquila, sigue haciendo los ejercicios de respiración. La idea es que la forma de respirar se vuelva un hábito diario.