Hoy 3 de junio se celebra el Día Mundial de la Bicicleta. Este vehículo de movilidad sostenible ya se promueve en distintas partes del planeta, como la mejor opción para trasladarse en tiempos de COVID-19.
Además de prevenir contagios, pues obliga a los ciclistas a mantener una distancia de un metro como mínimo, también genera una serie de beneficios para nuestra salud. El Dr. Edwin Herrera, docente de la carrera de Bioingeniería de la la Universidad de Ingeniería y Tecnología (UTEC), explica la importancia del uso de bicicleta en nuestra rutina diaria.
Un mejor estado mental
Transportarse en bicicleta mejora el estado de ánimo, la resistencia al estrés y la capacidad de concentración. También promueve la generación de endorfinas, que se traducen en una sensación de satisfacción.
Prevención
Disminuye el riesgo de padecer de hipertensión arterial, obesidad y diabetes. Además, el ejercicio mejora muchos marcadores fisiológicos en la sangre: hace que la glucosa y la presión arterial bajen, que la resistencia a la insulina y el colesterol disminuyan y que el corazón funcione mejor.
Perfecto para adultos mayores
Las personas mayores que realizan algún tipo de deporte, como el ciclismo, tienen un mejor condición física, mayor fuerza muscular, menor riesgo de caída, mayor capacidad de memoria y menor riesgo de desarrollar demencia.
La intensidad ideal
El ejercicio de mediana intensidad, como caminar a paso ligero, trotar en superficies planas o tomar un paseo en bicicleta, beneficia el sistema cardiovascular. Realizarlo de manera constante disminuye el riesgo de un episodio cardiaco. Se recomienda hacerlo cinco días a la semana por lo menos por 20 minutos cada día.
Evita complicaciones
El riesgo de tener una complicación severa en caso de contagio de la COVID-19 está relacionado a dos factores: la edad y el sobrepeso. El uso de la bicicleta, ligado a un estilo de vida y alimentación saludables, puede ayudar a prevenir estas complicaciones. Además, el entrenamiento físico aumenta la capacidad pulmonar.