El cáncer es una de las enfermedades que más vidas ha cobrado en todo el mundo, por lo que los especialistas siempre recomiendan a las personas a realizarse chequeos preventivos, llevar una buena alimentación y una vida saludable.
Pero, ¿qué pasa con las personas que ya tienen diagnosticado esta enfermedad? Ante esta situación, los expertos en la salud recomiendan iniciar el tratamiento designado y alimentarse correctamente.
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Es importante mencionar que, la alimentación juega un papel fundamental durante el proceso oncológico, ya que un buen estado nutricional y físico es fundamental para afrontar la afección de mejor manera.
El paciente mal nutrido se siente débil, cansado e incapaz de resistir las infecciones o tolerar los procedimientos. En este sentido, el consumo de cantidades mínimas de proteínas y calorías es uno de los problemas nutricionales más comunes al que se enfrentan los enfermos, explicó Lindsay Malone, gerente del Centro de Medicina Funcional de Cleveland Clinic.
Asimismo, mencionó que se debe considerar los líquidos sin cafeína para mantenerse hidratados, calorías y nutrientes, así como proteínas para ayudar a mantener la masa corporal. Asimismo, si no tiene efectos secundarios relacionados con la nutrición de su tratamiento que limitan sus capacidades de comer y/o digerir alimentos, puede seguir una dieta generalmente saludable que incluya frutas, vitaminas, minerales, proteínas, carbohidratos, grasas saludables.
De padecer efectos secundarios, como fatiga y problemas digestivos, es útil incluir alimentos que requieran poca o ninguna preparación y que sea fácil de digerir para el estómago. No hablamos de comidas pocos saludables llenas de calorías vacías, sino de una opción beneficiosa que proporciona los nutrientes que necesita el cuerpo.
Algunos de los alimentos convenientes durante este proceso son: fruta fresca, yogur sin azúcar, cereal (avena), mantequilla de maní sin aceites añadidos, granos enteros (panes y galletas integrales), hueco cocidos, carnes sin procesar, pollo asados y aves de corral suavizadas en sopas o guisos sopa
Como en toda enfermedad la evolución de cada paciente es diferente. “Lo que funciona para alguno puede no funcionar para otros. Si hay un problema con la deglución o el apetito, nos adaptamos a lo que le resulte cómodo y factible para el paciente”, precisó la especialista.
El régimen alimenticio es importante durante todo el proceso de cualquier enfermedad. Ante una patología más delicada, se debe tomar en cuenta las indicaciones del especialista, antes, durante y después del tratamiento, con la finalidad que el paciente se sienta mejor y conserve su fortaleza.