¿Sabías que de cada millón de habitantes solo el 1.5 de personas; es decir menos de dos, es donante de órganos? Esta cifra es una de las más bajas de Latinoamérica, la cual ocasiona que al año mueran 300 pacientes mientras esperan un trasplante de corazón, hígado u otros.
Ha pasado unos días de la muerte del pequeño Alejandrito, de tan solo 6 años. El sufrió de insuficiencia cardíaca, una enfermedad progresiva que hizo que el menor permaneciera conectado a máquinas. El necesitaba un trasplante urgente de corazón, pero la ayuda nunca llegó.
Por este motivo y para tomar conciencia de su importancia, a continuación, te presentamos cuatro razones para volverte un donante de órgano.
¿Es posible dejar este mundo y seguir ayudando? Sí, solo tienes que ser un donante de órganos. Diversos informes, indican que en Estados Unidos, 18 personas mueren al día por falta de donantes. Tu decisión podría ayudar a a salvar muchas vidas, como la de Alejandrito.
Tu iniciativa puede representar una gran diferencia entre la vida y la muerte para muchos pacientes a la espera de un riñón, corazón, hígado, páncreas o pulmones.
En muchas ocasiones, son los familiares quienes deciden si se dona o no los órganos de su familiar, y por lo general se rehúsan hacerlo. Así que es mejor que dejes en claro tu voluntad de ser un donante.
Aunque suene duro, la verdad es esa: al fallecer nuestros órganos ya no nos sirven para nada. Por ello, es mejor donarlas.