La Organización Panamericana de la Salud (OPS) advirtió que el 60% de medicamentos vendidos corresponde a los antibióticos, siendo el 40% de ellos comprados sin una receta médica. Este uso indiscriminado es causante discapacidad y muertes en el Perú.
Lamentablemente la “cultura” de automedicación es muy alta en el Perú y el uso indiscriminado de antibióticos está causando una mala resistencia bacteriana, lo cual viene generando el aumento de discapacidad, muertes y prolongación de las enfermedades.
Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), solo este año morirán 700 mil personas en el mundo por infecciones causadas por bacterias multirresistentes, y en el 2050 diez millones de personas fallecerán cada año, superando las muertes por cáncer.
Además del uso indiscriminado de antibióticos, otra de las causas que agrava el problema de la resistencia bacteriana es la calidad de los ambientes hospitalarios, donde muchas veces las bacterias son contagiadas de un paciente a otro con mayor facilidad y donde las infecciones se agravan en mayor proporción, haciendo que las bacterias causantes sean más resistentes a los fármacos, produciendo así infecciones generalizadas que pueden llevar al aumento de discapacidad, muertes y prolongación de las enfermedades.
La resistencia bacteriana es la capacidad que tienen las bacterias de soportar los efectos de los antibióticos o biocidas destinados a eliminarlas o controlarlas. Se produce cuando los microorganismos (bacterias, hongos, virus y parásitos) sufren cambios al verse expuestos a estos, teniendo como resultado que los medicamentos se vuelvan ineficaces y las infecciones persisten en el organismo, lo que incrementa el riesgo de propagación. Dicho de un modo más coloquial, las bacterias que atacan a nuestro organismo ya conocen las barreras de defensa (antibióticos) y están preparadas para “ganar la batalla.”
Este tipo de infecciones, causadas por microorganismos resistentes a los antibióticos pueden causar la muerte del paciente y transmitirse a otras personas, lo cual genera un problema mundial y ante el cual organismos como la OMS promueven y recomiendan la investigación y desarrollo de nuevos fármacos que combatan la resistencia antibacteriana.