Se dice que el alimento más maravilloso del mundo es la leche materna. Es el alimento que todo bebé requiere para su correcto desarrollo; es por ello, que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la lactancia materna exclusiva durante los seis primeros meses de vida y a partir de entonces su refuerzo con alimentos complementarios al menos hasta los dos años.
La leche que producen las madres en la etapa de lactancia contienen: agua, proteínas, grasas, minerales y vitaminas que todo infante necesita para no sufrir de infecciones respiratorias, afecciones al oído, diarrea, estreñimiento, meningitis y alergias.
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Sin embargo, El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) nos menciona que existen diferentes tipos de leche materna que varían en nutrientes de acuerdo a la etapa y crecimiento del niño, pudiendo extenderse su consumo hasta los dos años o más.
Leche de pretérmino: Se produce durante el tercer trimestre de la gestación cuando se tiene a un bebé prematuro. Su composición es alta en proteínas y tiene menos lactosa que la leche madura. Provee altas cantidades de lactoferrina e IgA, que lo protegen al bebé de infecciones y complicaciones.
Leche calostro: Se produce en los últimos meses del embarazo y durante los cuatro días siguientes al parto. Es un líquido amarillento que contiene más proteínas que otras leches, además de minerales y vitaminas liposolubles como la A, D, E y K.
Leche de transición: Se produce entre el cuarto y el quinceavo día después del parto. Es uno de los tipos de leche materna de corta duración: dura apenas de 5 a 10 días. Contiene mayor cantidad de grasa, lactosa y vitaminas hidrosolubles ideales para el recién nacido.
Leche madura: Esta clase de leche es de tan alta calidad que permite alimentar exclusivamente al bebé con ella durante los primeros 6 meses, sin que se le suministre ningún otro alimento. En la clasificación de leche materna, la madura es la más completa de la lista. Entre sus características proteicas, cuenta con el 30% de caseína y 70% de proteínas del suero.
Así que ya sabes, si estás en la dulce espera o acabas de dar a luz, es importante que conozcas las propiedades de la leche que tu niño requiere en los primeros meses o años de su vida.