Uno de los temores que tienen los padres es lastimar a sus hijos y en este caso es cortándoles las uñas por lo que se le hace un trabajo imposible. Sin embargo, esta tarea es más fácil de lo que parece.
Las uñas de los bebés crecen súper rápido y si no les corta pueden arañarse la cara y queremos evitar eso, ¿verdad? Entonces, para realizar este trabajo botar los nervios, ponernos firmes y hacerlo con mucho cuidado.
Ante de empezar con las recomendaciones para el corte de las uñas de los bebés es importante aclarar que el corta uñas y/o tijeras especiales deben estar desinfectados y tienen que ser uso exclusivo para el pequeño. ¡Empecemos!
- Escoge un momento en el que el bebé esté tranquilo. Si el pequeño se encuentra llorando o inquieto es recomendable posponer el corte y por el momento ponerle unas manoplas para evitar que se arañe.
- Hazlo mientras duerme. Otra opción es cortarle las uñas mientras duerme ya que en ese momento tu bebé no se moverá y podrás hacerlo más calmada. Pero en este caso, es importante que te asegures de tener una luz adecuada.
- Que el proceso del corte de uñas no dure demasiado tiempo ya que el bebé se pone nervioso y empezará a moverse más, a llorar. Es recomendable actuar con una mezcla de decisión, firmeza y delicadeza.
- Cortar a un tamaño adecuado, tomando en cuenta que no debe estar tan pecado a la piel. Asimismo, es preferible cortar en cuadrado que en redondo, aunque se le puede dar una ligera curva a los extremos para que no queden picos.
- Si se queda algún piquito en alguna uña, mejor no corta con las tijeras y utilizar una pequeña lima.
- Observa el color de las uñas para detectar posibles infecciones (si el color rosado habitual se altera) o que la uña se haya clavado en la piel, tanto en las manos como en los pies. Si presenta estas características acude a un especialista.
Cabe mencionar que, durante los primeros meses, a los niños les crecen muy rápido las uñas, así que conviene cortárselas en cuanto sobresalen un poco de los deditos para que no se arañen la cara.