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23 May 2020 | 20:24 h

¡Ya no más canas al aire! Mujeres celebran que podrán quitarse la 'nieve' del cabello

En Honduras muchas mujeres se alegraron al saber podrán cortar su cabello nuevamente y teñir su canas.

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    La COVID-19 obligó a que cientos de salones de belleza y peluquerías en todo el mundo cerraran sus puertas con el fin de acatar la cuarentena obligatoria y evitar contagios.

    Sin embargo, con el paso de los meses ya muchos países han comenzado retomar paulatinamente sus actividades. Tal ha sido el caso en Honduras en donde muchas mujeres se mostraron alegres de que se les permita a las estilistas volver a sus trabajos.

    A quitarse "nieve" de las sienes

    En Tegucigalpa, Honduras, la apertura, con poco personal y bajo rigurosas medidas de bioseguridad de la industria de la construcción, salones de belleza, barberías e iglesias, ha sido recibida con mucho agrado por parte de los pocos favorecidos con el regreso al trabajo, por lo que han venido clamando, algunos a gritos ante tanta necesidad que tienen.

    En el caso de las mujeres, muchas no solo celebran volver al trabajo, sino también que ahora podrán ir al salón de belleza al menos a arreglarse el cabello, como dijo a Efe una maestra que entre bromas comentó que lleva muchas semanas "ocultando la 'nieve'" de sus sienes, por una cuarentena que parece eterna.

    Pero si algunas mujeres han esperado mucho tiempo la apertura de los salones de belleza, mayor ha sido la espera, además de ansiosa, de las empleadas de este tipo de negocios, en los que no todos le pagan un buen salario a quienes embellecen a sus clientas.

    Muchas estilistas de belleza también han echado de menos en estos tiempos de pandemia las buenas propinas de sus clientas, entre las que figuran algunas con las que se conocen desde hace muchos años.

    Expuestas "con las canas al aire"

    En un país de machistas, como es Honduras, las mujeres son víctimas de múltiples atropellos, entre ellos la violencia doméstica, que durante el toque de queda ha aumentado en muchos hogares, en los que quizá nunca la familia había estado tanto tiempo junta, sin poder salir de casa.

    "No es fácil para las mujeres de cuatro décadas y más, exponernos al escarnio público con las 'canas al aire' y, el confinamiento, así nos tiene a todas", indicó a Efe la socióloga y docente universitaria Lourdes Aguilar.

    Agregó que cuesta "entender que eso influye en nuestra estima y, mucho más entender que esa 'preocupación' nos es creada por la sociedad. Ciertamente, no es fácil de entender".

    En cambio, subrayó Aguilar, "a los hombres con edades similares y, también, con un par de meses de cautiverio, ni se les cruza por sus blancas cabezas no dejarse ver por vergüenza a mostrar sus canas. Es que a ellos la sociedad no les exige esas veleidades".

    "Me alegra que salones de belleza y barberías entren en la lista de desconfinados para levantar nuestra economía porque, además de pintar nuestra confianza de un mejor mañana, pero, sobretodo, por las mujeres y hombres que trabajan en esos lugares y que tanto lo necesitan. Pocos lo saben pero, para ellos, las propinas también son su día a día", acotó la socióloga.

    (Con información de EFE)