Se dice que es una mala idea el utilizar aceites faciales porque genera más grasa en el cutis, impiden que la piel respire y tapa los poros. además, propician la aparición de acné y puntos negros. Claramente, no todos los aceites provocan estas variaciones en la piel, esto más depende del tipo de producto que elegimos y de sus componentes. No obstante, todas la pieles grasas y secas necesitan de una buena hidratación.
El cutis seco se mantiene húmedo, en cambio el graso ayuda a regular la producción de sebo que se genera en manera natural. Además, disminuyen los problemas de los granitos. Las pieles grasas están demasiado hidratadas y causan mucha grasa para compensar.
Para las pieles normales beneficia para que se mantenga suave e hidratada. Asimismo, hay aceites que limpian los poros y otros que contienen nutrientes que reafirman el cutis, también ayuda a que se regenere y se vea más tersa y revitalizada.
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No es necesario aplicar demasiado producto, bastará con tres o cuatro gotas después de colocar tu crema habitual. Pon unas gotas en tus manos, aprovecha el calor de estas para distribuir el aceite por todo el rostro. Date pequeños masajes circulares y golpecitos en el rostro. Luego extiende el bloqueador solar. Recuerda que la aplicación correcta es de abajo hacia arriba, sin arrastrar la piel. Por las noches, puedes limpiar tu rostro y aplicar de la misma forma el aceite. Busca aceites extra vírgenes, especialmente el de jojoba, uva, aguacate, rosa mosqueta, lavanda y caléndula.