Niamh Damery, estudiante de 22 años de la Universidad de Limerick, ha creado una colmena hecha de materiales naturales. Su proyecto, que recientemente obtuvo un premio nacional 'James Dyson', está diseñado para ayudar a salvar a las abejas negras irlandesas nativas que están en peligro de extinción.
La joven provechó los materiales naturales y reciclados para crear una colmena de conservación llamada 'Econooc'. Este artefacto de autoensamblaje se biomimetiza con la forma de un árbol hueco, siendo esta la forma perfecta para los insectos. Las abejas en invierno se apelotonan en el interior de la colmena, en la zona central de los panales, formando un ‘racimo’ de protección térmica.
La colmena adopta una forma de vida mas austera. Las abejas viven durante todo el invierno de la miel y el polen almacenados, manteniéndose juntas para conservar una temperatura ideal que les permita sobrevivir al frío.
Damery quería hacer un producto para ayudar a la biodiversidad, pero no quería generar más residuos. Los materiales primarios utilizados son el micelio (de donde crecen los hongos) junto con el plástico de desecho remodelado y el compuesto de bambú. El micelio es similar al poliestireno, mientras que también tiene sustancias naturales que brindan a las abejas una defensa adicional contra ácaros.
La plataforma de aterrizaje de plástico de desecho remodelada en la parte inferior y el orificio de ventilación permiten a las personas observar a las abejas dentro de la colmena y comprender lo que esta sucediendo con la ayuda del calendario.
La colmena viene con un calendario que informa a los usuarios sobre la actividad interna de la colmena y les brinda consejos para desarrollar un jardín con mayor biodiversidad. El calendario está hecho de papel incrustado con semillas de flores silvestres que el usuario puede plantar para estimular a los polinizadores.
La colmena Econooc es modular, para facilitar el montaje y el transporte, además de hacer que la reparación sea fácil y de que se puede descomponer por completo al final de su vida útil. Su objetivo con esta invención es involucrar a las personas con la biodiversidad, hacer que el mantenimiento de una colmena sea más accesible para una cantidad más amplia de personas e involucrar al público en los esfuerzos de conservación de la abeja negra nativa irlandesa.
El producto también es muy versátil, se puede usar en casa, pero también se puede usar en la escuela para la educación o para agricultores y jardineros que no quieren mantener una colmena pero quieren más polinizadores alrededor. La estudiante se inspiró en su abuelo, quien se dedica a la apicultura.