Un estudio de la Universidad de Minnesota en Estados Unidos realizó una evaluación sobre más de 4.300 personas durante 10 años para evaluar en qué medida les perjudicaba a la salud convivir con gatos.
Uno de los resultados fue sorprendente, ya que se encontró que entre los dueños de gatos la lista de ataques cardíacos se disminuía drásticamente en comparación con quienes no tenían mininos ni guardaban ninguna relación familiar con ellos.
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En varias investigaciones después, se comprobó que también los dueños de perros se acogen a este beneficio cardiovascular, aunque el motivo no es biológico, sino emocional.
Según los especialistas, convivir con una mascota ayuda a reducir los efectos del estrés rutinario y nos ayudan a relajarnos.
Un estudio del Centro Nacional de Información Biotecnológica en Estados Unidos determinó que tener un gato disminuye en un 30% las posibilidades de sufrir un infarto.
Las mascotas como los perros y gatos demandan nuestra atención y cuidados, ellos nos brindan su cariño y ayudan aliviar el estrés cotidiano en las personas y brindan un gran beneficio en las personas que sufren males cardiovasculares.