Ollas comunes realizan cacerolazo y exigen presupuesto directo: “El hambre no espera señor Castillo”

De 250 raciones diarias, bajaron hace un mes a 70 porciones, sin embargo, hoy solo pueden preparar 30 platos. Esta es la situación que viven miles de comedores populares en Lima y el interior del país.

Para las mujeres que lideran estas ollas comunes, la situación se complica cada día, ya no solo deben atravesar el alza en el pollo, las verduras, menestras y otros alimentos. El precio del balón de gas también es un obstáculo para que preparen los alimentos del día.

Según Domitila, presidenta del comedor “San Martín de las Casuarinas” ubicado en Ventanilla, todos los días siente impotencia al ver que la cantidad de comida que prepara, se disminuye y no alcanza para sus vecinos.

“Siempre hemos vendido el menú a 1.50, porque aquí vive gente muy pobre, luego tuvimos que subirlo a 2 soles, por lo cual muchos dejaron de comprar, ahora lo estamos vendiendo a cincuenta céntimos más y definitivamente los pobladores de este lugar no pueden adquirir sus alimentos del día, o compran un plato para compartir entre 3 personas”, señaló muy preocupada al noticiero de Latina.

Pero eso no es todo, es parte de una realidad que se atraviesa en el Perú. En las partes altas de Puente Piedra, Villa El Salvador, Chorrillos, San Juan de Miraflores, Ate, Carabayllo, Rímac, Independencia, Comas, Ancón, San Juan de Lurigancho y otros distritos de Lima y el Callao, se escuchó ayer el sonido de cacerolas, como parte de una protesta que organizaron las más de dos mil ollas comunes para exigirle presupuesto al Gobierno.

“Desde inicio de este año, las ollas comunes no hemos recibido los alimentos para sostener a los nuestros. Es urgente que el Gobierno nos escuche y asista los reclamos que con derecho exigimos”, refirió la presidenta de la Red de Ollas Comunes de Lima, Fortunata Palomino.

Además, en diversas partes de la capital, se observaron carteles con frases como “El hambre se agudiza en las ollas comunes por falta de alimentos” y “¡No más hambre en un país tan rico en alimentos!

“El hambre no espera señor Castillo. Queremos ayuda ya. Hay mucha necesidad. Usted ofreció mucha ayuda y hasta ahora no hace nada por las ollas comunes”, señaló una madre de familia.

Mientras tanto, otra mujer que también lidera una olla común, resaltó que el alza de alimentos los afecta gravemente. Por ejemplo, si antes utilizaban 147 kilos de arroz para un mes, ahora utilizan usan 20 kilos diarios y si cocinaban con 10 botellas de aceites cada 30 días, ahora utilizan una diaria, porque muchas veces deben preparar frituras.

Incluso en el noticiero de Latina emitido hoy martes 12 de abril, se informó que varios comedores populares, han tenido que cerrar, mientras otros están totalmente paralizados porque no cuentan con los implementos para funcionar.