¿La gaseosa sin azúcar es más peligrosa y mortal que la tradicional? Lo que ninguna empresa quiere admitir

Numerosas personas optan por consumir gaseosas junto con sus comidas, sin embargo, debido a los riesgos asociados al alto contenido de azúcar y sus efectos perjudiciales para la salud, algunas personas eligen adquirir las variedades de refrescos sin azúcar disponibles en el mercado.

Esta elección se hace con el objetivo de preservar el sabor apetitoso de estas bebidas, al mismo tiempo que se busca mantener un estilo de vida más saludable y cuidar la salud del cuerpo.

A pesar de que estas bebidas sin azúcar utilizan edulcorantes artificiales como el aspartame, acesulfame de potasio, sacarina y la stevia (un edulcorante natural), varios estudios indican que su consumo no necesariamente conduce a la pérdida de peso ni mejora la salud.

De hecho, según investigaciones revisadas para esta verificación, las gaseosas con edulcorantes artificiales contienen en algunos casos más sodio que sus contrapartes azucaradas.

Uno de estos estudios, realizado por Diego Azañedo, odontólogo y Director Adjunto del Instituto de Investigación de la Universidad Católica los Ángeles de Chimbote, analizó las etiquetas nutricionales de cinco tipos de gaseosas en sus versiones sin azúcar y azucaradas en las ciudades de Lima y Chimbote.

Los resultados mostraron que, a pesar de no contener azúcar, la Coca Cola Zero contenía 10,4 mg de sodio, casi el doble de lo que tenía su versión original (5,8 mg), y la Fanta Zero tenía 25,8 mg de sodio, tres veces más que su contraparte con azúcar (7,9 mg). Estos hallazgos se aplican también a las versiones actuales llamadas "sin azúcar".

El aspartame es un edulcorante artificial que resulta ser aproximadamente 200 veces más dulce que el azúcar común. Esto significa que se necesita una cantidad mucho menor de aspartame en comparación con el azúcar para obtener el mismo nivel de dulzura.

Esta propiedad permite reducir significativamente el contenido calórico en los productos endulzados con aspartame, casi hasta el punto de que las calorías se vuelven prácticamente imperceptibles.

El aspartame fue descubierto de manera accidental en 1965 por un químico que estaba investigando soluciones para las úlceras. Aunque se ha convertido en un edulcorante comúnmente utilizado, el aspartame ha estado sujeto a un escrutinio continuo desde su introducción en el mercado en la década de 1980.