Disfruta plenamente del placer con el mindfulness sexual

En el día a día tan ajetreado que vivimos en la actualidad y en el que el tiempo nos queda corto para llevar a cabo todo lo que nos proponemos, hasta la vida sexual se ha visto afectada.  

A pesar de formar parte de las generaciones que han tenido menos represiones sexuales en su educación a comparación de las generaciones anteriores, los jóvenes de 20 años y los adultos de 30 tienen cada vez menos tiempo para el sexo.

 Frente a esta situación el mindfulness sexual es una opción ideal para disfrutar de un profundo placer y para conectar con tu cuerpo y con tu deseo a través de una experiencia sexual diferente.

El mindfulness, que significa atención plena en inglés, es una técnica de meditación moderna inspirada en la meditación budista y consiste en realizar ejercicios de respiración al mismo tiempo que se pone atención en las sensaciones corporales. El objetivo es vivir cada momento con una atención plena en lo que estamos haciendo en ese preciso instante.

En las últimas décadas se recomienda el mindfulness en personas que sufren de depresión, ansiedad y otros trastornos de la salud mental porque se ha podido comprobar que los resultados son bastante positivos.

En el caso del mindfulness sexual se trata de aplicar los preceptos propios del mindfulness en el ámbito sexual, por lo tanto, consiste en hacerse consciente del presente, el aquí y el ahora, durante el encuentro sexual. Esto significa prestar atención a las sensaciones del cuerpo, no apresurarnos sino tomarnos el tiempo para conectar con nuestro deseo y con el de nuestro(a) compañero(a) sexual.

Enfocar nuestra atención en la suavidad de la piel, en el sabor de los besos, en la dulzura del olor corporal, en la profundidad de la mirada y en los sonidos del roce de los cuerpos es una manera de meditar a través del sexo.

Puedes poner en práctica el mindfulness sexual en tres simples pasos:

1. Primero hay que respirar de forma relajada y fluida para que el cuerpo y la mente se centren en el presente. Esto permitirá que podamos hacernos conscientes de las emociones, las sensaciones y los pensamientos que estamos experimentando.

2. No hay que juzgar lo que sentimos ni lo que pensamos en ese momento. Simplemente se deben experimentar en el cuerpo y en la mente y luego hay que dejarlos ir para sumergirnos nuevamente en el aquí y el ahora.

3. Un elemento añadido a la meditación propia del mindfulness son los ejercicios Kegel, puedes incluirlos para contraer y relajar los músculos de la pelvis y así intensificar el placer.

El mindfulness sexual propone bajar la velocidad al ritmo con el que solemos relacionarlos en la cama, al mismo tiempo que nos invita a reaprender sobre el sexo dejando de lado el mandato de ir a por el coito o el orgasmo de inmediato.

Por otra parte, este tipo de contacto sexual lento, atento y prolongado nos permite relacionarnos de forma más consciente y empática con nuestra pareja sexual. Poder tomarse el tiempo para disfrutar del sexo con los cinco sentidos puestos en el placer que das y que recibes es la mejor manera para revitalizar tu vida sexual.

Por último, hay que tener en cuenta que la práctica del mindfulness sexual ayuda a experimentar un placer más intenso y orgasmos de mayor calidad e intensidad.