¿Sabías que la abstinencia sexual tiene efectos negativos? Descúbrelos
Únete al canal de Whatsapp de WapaPueden haber diversos motivos por lo que dejamos de tener relaciones sexuales, sea por enfermedad, porque dejaste de tener pareja o incluso porque saliste de vacaciones o lo peor que tengas estrés laboral que no te permita disfrutarlo, sin embargo no tener intimidad puede hacer que sufras algunas consecuencias.
Aquí te contaremos cuáles son los efectos o consecuencias que trae el no tener relaciones sexuales por mucho tiempo, descubre de cuáles se tratan.
1. Produces menos neuronas
Si creías que la producción de neuronas era algo que solo sucedía durante la niñez, pues estás equivocada ya que se conoce que este proceso sucede durante toda la vida, por lo que las relaciones íntimas también contribuyen a esa actividad, es más potencian la reproducción de neuronas. Incluso el sexo podría ayudar a prevenir el deterioro de la memoria.
2. Aumento de estrés
Si dejas de tener intimidad por un tiempo, seguramente tus niveles de estrés crecerá, es más de acuerdo a un estudio de Biological Psycology, la penetración está asociada a un equilibrio físico y mental, por lo que el coito te ayudará a liberarte.
3. Baja autoestima
No tener intimidad puede llevarnos a hacernos sentir que no somos deseados e incluso tristes. "La sexualidad es vital para el sentimiento de autoestima de las personas, para la sensación de que la vida vale la pena. Nunca hemos encontrado a nadie con una baja autoestima en el momento del orgasmo". indica la psicoterapeuta Dossie Easton y la sexóloga Janet Hardy en su libro "Ética promiscua".
4. Sistema inmune menos fuerte
Según se conoce, las personas que suelen tener una vida sexual más activa son las que tienen niveles significativamente superiores de inmunoglobina a diferencia de los demás. Por lo que dejar de lado las relaciones intimas hace que esto no sea siempre igual.
5. Disminuye el deseo sexual
Sabemos que cuando no hacemos alguna de las actividades que necesitamos como comer, beber o dormir, es nuestro propio cuerpo el que se encarga de darnos señales de que es momento de hacerlo, sin embargo con el deseo sexual sucede lo contrario y terminamos dejando de lado este acto hasta el punto de no quererlo más.