¿Juegos sexuales? Más parejas dispuestas a innovar en la intimidad
Únete al canal de Whatsapp de WapaSi bien una de las funciones del sexo es la obtención del placer, también un factor importante es la diversión. Es válido experimentar con tu pareja durante el juego previo. Cuando la creatividad falla, el acto se vuelve rutinario y mecánico que genera falta de deseo y puedes desencadenar en posibles problemas íntimos.
“La actividad sexual está ligada con el circuito de recompensa de nuestro cerebro. Los humanos no hacemos nada que no nos motive o que no nos entretenga, mucho menos tener relaciones sexuales”, advirtió la doctora Silvina Valente, médica sexóloga, presidenta de SAGE (Sociedad Argentina de Sexualidad Humana) y jefa de Sexología del servicio de Ginecología del Hospital de Clínicas “José de San Martín”.
La experta habló con el portal ConBienestar sobre las características del sexo lúdico y la utilización de juguetes sexuales que cada vez son más incluidos durante el coito. La doctora asume que esta transformación es un efecto positivo resultado de la mayor información a la que se tiene acceso, la menor carga moralizante sobre la vida sexual y se reconoce a la sexualidad como un factor integral de la salud.
“El sexo siempre debería pensarse en forma lúdica, siempre”, subrayó Valente. “El no hacerlo, el caer en algo rutinario, poco complicado a la larga va a llevar a disfunciones sexuales y a la falta de intimidad emocional de la pareja. Cuando se piensa que la relación es una actividad de encastre, donde no se tiene en cuenta al otro, se vuelve algo egocéntrico, se saca el foco del placer mutuo y el sexo pasa a ser algo sin interés”, explicó.
Por eso, es una excelente idea el variar un poco y volver a los orígenes: sí, jugar. “La actividad sexual en los adultos equivale a la diversión para los niños. Cuando éramos chicos, un delantal puesto sobre los hombros era una capa; una escoba, un caballo y con una rama hacíamos una espada”, comparó.
Pero esto, ¿qué significa? ¿qué tendremos que comprar más disfraces, sex toys o plantear juegos de roles? Pues, de ninguna manera, indicó la profesional. "El juego no es descontrol. Es control y responsabilidad. Es divertirse uno y que el otro también lo haga. Es poder desconectarse de la noción del tiempo mientras uno está disfrutando con el otro. Es poner en marcha fantasías, deseos y propuestas para concretar con el otro, siempre que también esté de acuerdo. Que compartan, que busquen darse placer, reírse y pasarla bien", explicó.
Por ello, es importante como pareja se conozcan, confíen mutuamente, respeten las cosas que no les agradan. Los “no” son fundamentales para obtener confianza y que puedan disfrutan mutuamente.
“El sexo es jugar con mayúsculas y también es una responsabilidad”, destacó Valente. En ese sentido si bien recomienda darse permiso para jugar también plantea la necesidad de respetarse a sí mismo y al otro. "Uno puede no desear un encuentro apasionado simplemente porque está aburrido, tiene estrés, no tiene capacidad creativa. En esos casos, en lugar de obligarse o de recriminar al otro por la falta de interés, el primer paso es buscar la diversión afuera de la cama. Este consejo es especialmente válido para las parejas de larga data, o las que están sobrepasadas con el trabajo y la crianza", subrayó la especialista.
“Dense permiso para comunicarse lo que tienen ganas de hacer. Tal vez no tienen ganas de encerrarse en el dormitorio, pero sí de salir a comer, a ver un espectáculo, a divertirse fuera de la casa, solos, sin terceros”, aconseja. “Es preciso comprender que el hacerlo como descarga no sirve, ese no es el fin de la sexualidad. La finalidad es el placer. Para eso es mucho mejor que en lugar de estar apurados por llegar a un orgasmo, se metan para adentro, registren sus sensaciones, se dejen llevar por lo que sienten”, ejemplificó.