Seis explicaciones que tumban los mitos en torno a este "tipo"de intimidad
Únete al canal de Whatsapp de WapaNo hay límites cuando se trata de alcanzar del sexo y las miles de maneras de llegar a un máximo placer, aunque muchas veces existan miedos que se transforman en medias verdades.
El sexo anal es uno de los ámbitos más polémicos y las parejas que se atreven a practicarlo se topan la mayoría de las ocasiones con una serie de mitos. El portal Cultura Colectiva nos ayuda a derrumbar una serie de mentiras:
1. No provoca fisuras
Se piensa que la penetración anal provoca heridas o fisuras anales, aunque lo cierto es que estas son más provocadas por el estreñimiento y las diarreas. Solo hay que estar pendientes de esa zona, para observar que no existan inconvenientes.
2. No causa cáncer
Este es otro de los mitos que muchas veces se ha manifestado como una realidad. La única verdad es que la fricción de ninguna manera causa células cancerígenas, esto es simplemente absurdo.
3. No daña el área anal
Si existe una correcta lubricación no habrá forma de que el área anal sea dañada. Se trata de uno de los mitos más comunes en torno a su práctica y uno de los tabúes que se deben derrumbar. Los tejidos rectales no serán dañados ni afectarán el funcionamiento correcto de esa parte de nuestra anatomía.
4. No causa insuficiencia fecal
Muchas veces el sexo anal es el causante de todos nuestros males, pero lo cierto es que todos esos son mitos que no tienen justificación. Hasta se ha llegado a decir que causa insuficiencia fecal, problema que es originado por la diabetes, esclerosis múltiple, derrames cerebrales o en el caso de las mujeres, se trata de una consecuencia de partos difíciles.
5. No provoca hemorroides
Otro mito que debe ser desterrado. El sexo anal, de ninguna manera, es el causante de las hemorroides. Este mal tiene como causantes a la vida sedentaria y a la mala alimentación.
6. No irrita el tejido rectal
Es absurdo pensar que el semen pueda dañar el tejido rectal, esto debido a que tanto por el recto como por el intestino grueso pasan grandes cantidades de materia fecal que lo mantienen intacto.