Tener fantasías sexuales ayudaría a potenciar la memoria

Las fantasías sexuales tales como hacerlo en la cocina o  el avión no sólo sirven para alimentar nuestro deseo sexual, si no para ejercitar nuestra memoria y nuestro sistema cognitivo. Según, José Bustamante, secretario de la Asociación de Especialistas en Sexología de España, las fantasías sexuales potencia nuestra  mente. Pero ¿Cómo? pues, estudios han demostrado que las imágenes en el cerebro tienen un efecto sexual y activan el proceso cognitivo, esto gracias al aumento de las hormonas sexuales como la testosterona, que mejoran la concentración y el tiempo de reacción.

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Un estudio de la Universidad de Pavía, Italia indica que las personas que tienen fantasías sexuales potencian habilidades cognitivas y tienen mejor memoria, además de impulsar el deseo y la excitación. Asimismo, Barry Komisaruk, profesor de psicología en la Universidad de Rutgers y una autoridad líder en el sexo y la neurociencia, asegura que las  “Imágenes de resonancia magnética demuestran  que durante el orgasmo, las neuronas en el cerebro están más activas y usan más oxígeno y al llegar la sangre entran nutrientes”. Lo que comprobaría aún más esta teoría.

Para dar con este resultado, se hizo análisis de a personas que recientemente iniciaron una relación sexual y en las que se puedo observar el crecimiento de las neuronas, crucial para el estado de alerta y el bienestar mental de un ser humano.

Por otro lado, la revista PLOS ONE,  publicó un estudio realizado con animales y en el que se observó el crecimiento de las células cerebrales en el hipocampo, la parte del cerebro responsable de la memoria y el aprendizaje. ¡Todo parece indicar que fantasear nos hace bien! puesto que, un resultado similar, también lo obtuvo la Universidad de Princeton al aseverar que tener mayor actividad sexual o aumentar el número de fantasías sexuales, reduce el estrés, aumenta la capacidad cerebral y quita la migraña.

1.- Tener una fantasía no significa querer llevarla a cabo. “A veces fantaseamos con cosas que nos gustaría reproducir, pero no necesariamente”.

2.- Fantasear es en sí mismo es estimulante. “Aunque no tengamos pareja o estemos pasando por una abstinencia sexual”.

3.- Fantasear no significa ser alguien hipersexualizado. “La mayoría de las personas fantaseamos, además lo hacemos desde la pubertad y, salvo que nos impongamos no hacerlo por diversas cuestiones, seguiremos haciéndolo de forma natural”.

4.- Fantasear no te lleva a obsesionarte. “Hay gente que teme obsesionarse si fantasea. La única señal de alarma es empezar a sentirse mal al fantasear. En ese caso, algo está pasando”.

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