Conoce los tips y dietas recomendadas para Madres Ejecutivas

Hoy en día el trabajo, la casa y la familia embarga a las mujeres y madres ejecutivas que les genera una rutina que de cierto modo les impide entrenar, hacer ejercicios más seguido  y alimentarse adecuadamente, para obtener el cuerpo que siempre soñaron.

Por estas razones se  comienzan a dar muchos desordenes alimenticios, poniendo excusas. En esta oportunidad conversamos con el Dr. Joseph Dávalos, Nutricionista del Club Médico Deportivo Bodytech, quien nos ha dado una lista de técnicas fáciles para conseguir lo que deseamos, presta atención.

¿Y quién dijo que había tiempo para desayunar?

Cerca de un 40% de la población femenina admite que no desayunó debido a la falta de tiempo y por dejar todo listo en casa antes de salir, otras tienen la errada idea que saltarse el desayuno ayuda a perder peso, sin embargo las personas que se saltean el desayuno son más propensas a aumentar de peso.

En el desayuno es recomendable tomar un vaso de leche de soya o un vaso de jugo de frutas. Una vez en la oficina se puede consumir frutas como manzana, mandarina, pera, acompañadas con una barra de cereal; un vaso de yogurt o si existe mayor comodidad laboral un sandwich de queso blanco o de jamón de pavo, estos son alimentos que puedan ser ingeridos mientras terminan los quehaceres matutinos.

“La hora del almuerzo es perfecta para adelantar trabajo atrasado”

Es importante que entienda que debe hacer un alto en la rutina y dedicarle al menos media hora al día para almorzar. Está comprobado que aquellas personas que por ahorrar tiempo se devoran el almuerzo en cinco minutos terminan consumiendo más calorías que aquellas que tomaron el tiempo de comer a un ritmo adecuado, ya que generalmente si come demasiado rápido el cerebro no alcanza a identificar la función digestiva de alimentación y la saciedad es alcanzada con mayor dificultad creando así episodios de ansiedad.

Su agenda gira en torno  a almuerzos, cenas y reuniones de trabajo

La visita frecuente a restaurantes es quizás una de las razones más comunes por las cual los ejecutivos suben de peso. La Solución a este encuentro exquisito es trazar una estrategia,  escoja platos de preparaciones simples como ensaladas de vegetales verdes, carnes a la plancha, preferiblemente blancas de fácil digestión y guarniciones de harinas en pequeñas porciones como 2 tajadas de papa o ½ taza de arroz. Adicionalmente evite las entradas y vaya por el plato fuerte, cuídese que ninguna de las dos contenga grandes porciones de grasa, harinas o azúcar. Evite mezclar comidas abundantes con el consumo de bebidas alcohólicas ya que esto empeora la situación.

Trabajar hasta tarde

Después de un arduo día laboral, llegas tarde a casa con un hambre voraz pero demasiado cansada para prepararse algo saludable. Muchas veces se opta por consumir algo sencillo como una taza de cereal y una tajada de queso creyendo que con esto le quitará el hambre, pero no es así porque seguirá buscando que comer.

Cuanto usted llegue a casa tome un vaso con agua o infusión, esto le permitirá sobrellevar el hambre que trae y evitará que coma de manera abundante, tome 5 minutos para comer una deliciosa ensalada, estas le ayudarán a sentirse satisfecha. El apetito y ansiedad dependerá de que tan bien haya ejecutado sus comidas anteriores.

La permisividad de los fines de semana

Así como los lunes son el día de comenzar las dietas, los viernes son los días de acabar con ellas. El simple hecho de convencernos que una ardua semana de trabajo solo puede ser recompensada con altas dosis de postres, chocolates y panes es el comienzo de una de semana para echarse a perder. Recuerde que la libertad de las buenas dietas no radica en comer de todo en un solo tiempo de alimentación.

Haga conciencia de los planes que le esperan durante el fin de semana y piense con anticipación qué va a comer. Si se trata de ir a una reunión con sus amigos después del trabajo, inclínese por una copa de vino que sólo contiene 80 calorías o un vodka con soda dietética de 100 calorías,  en vez de cocteles elaborados que contienen entre 250 a 300 calorías. Asimismo, absténgase de pedir piqueos, y sobre todo consuma mucha agua.

La vida no sería lo mismo sin esos pequeños placeres

Es absolutamente imposible y contraproducente tratar de eliminar del todo aquellos placeres que tanto satisface, como una bolita de helado, un pedazo de pizza o chocolate. Dese el lujo de caer en la tentación una vez a la semana. Recuerde que el secreto está siempre en mantener el balance.

Viajes de trabajo y las vacaciones

Cambiar la rutina diaria es una de las mayores amenazas para un régimen de pérdida de peso. Salir de viaje y hoteles se convierte en la ocasión perfecta para cometer graves errores. Como siempre la solución  está en percatarse de lo que le espera y planear. Llevar una porción de fruta en su equipaje de mano, una bolsita de maní o una barra de cereal le ayudará a no caer la tentación de comerse un Sandwich mientras espera la salida del avión. Asimismo, prepárese un emparedado de jamón o queso en pan integral y tómelo de almuerzo en reemplazo al menú del avión, que casi siempre viene cargado de calorías innecesarias.