Ayacucho: Reportan que dos pacientes con COVID-19 están graves por consumir dióxido de cloro

"Yo entiendo que existe una necesidad, miedo de enfermarse (de COVID-19), pero es necesario tener los cuidados para consumir algo que científicamente no está demostrado", explicó el doctor Mario Pérez, coordinador del Hospital de Emergencia COVID-19 en Ayacucho. De acuerdo al reporte, hay tres personas que llegaron graves a dicho nosocomio tras ingerir el dióxido de cloro contra la enfermedad viral.

El médico Pérez mencionó que los tres pacientes tenían hemorragias digestivas, incluso uno de ellos murió, mientras que las otras dos personas con COVID-19 se encuentran hospitalizadas en el hospital ayacuchano.

"Hay a quienes no le hacen nada (el consumo del dióxido de cloro), pero hay otros que si pueden sufrir consecuencias lamentables como daños al tracto digestivo si tienen otros antecedentes como es el esófago o el estómago que va ser dañado en la capa interna", agregó el galeno.

Asimismo, el experto indicó que estos pacientes con coronavirus presentaban un sangrado interno ocasionado por el dióxido de cloro, ya que tenían otros padecimientos como la gastritis.

"No se arriesguen a tomar sustancias desconocidas, primero pregunten al personal de salud, investiguen, nadie sabe si va a pasar a la segunda etapa, pero es necesario tener los cuidados necesarios", aseveró el Dr. Pérez.

Finalmente, el profesional de salud pidió a la población a tomar las medidas de prevención contra la COVID-19 como mantener el distanciamiento social de otra persona, el uso de mascarillas, protectores faciales y realizar el lavado de manos de manera correcta.

Son una extensa familia de virus que pueden causar enfermedades tanto en animales como en humanos. En los humanos, se sabe que varios coronavirus causan infecciones respiratorias que pueden ir desde el resfriado común hasta enfermedades más graves como el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS) y el síndrome respiratorio agudo severo (SRAS).

Es la enfermedad infecciosa causada por el coronavirus que se ha descubierto más recientemente. Tanto este nuevo virus como la enfermedad que provoca eran desconocidos antes de que estallara el brote en Wuhan, China, en diciembre de 2019.