Madres solteras crían niños inteligentes, fuertes e independientes
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La crianza de un hijo es de mucha importancia y para muchas mujeres no es una tarea nada fácil.
En especial para aquellas mujeres que por diversas situaciones han tenido que criar a sus hijos por su propia cuenta.
Sin embargo, aunque parezca que esta situación vaya a restar mérito o valor a la crianza directa por parte de un solo pariente, es todo lo contrario.
Estudio científico de madres solteras
De acuerdo con la Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología los niños criados por mamás solteras son igual o más inteligentes y extraordinarios que el promedio.
El estudio afirma que las mujeres que crían a sus hijos sin padres logran tener hijos que sean más fuertes, inteligentes, independientes y exitosos.
El sustento de este estudio estaría en que los hijos criados por madres solteras maduran más rápido debido a la ausencia de un padre, lo que los acostumbra a luchar por sus metas sin necesidad de buscar aprobación del resto.
Madres solteras por elección
De igual manera el estudio para aquellas mujeres que decidieron ser madres solteras por elección, es decir, aquellas que decidieron hacerse una inseminación artificial, mostró que los hijos tuvieron más apoyo de familiares y amigos.
Conclusión del estudio
Los investigadores concluyeron en que el ‘hogar sostenido’ por la madre puede generar una mentalidad positiva, ya que se convierten en el ejemplo principal de los niños.
De la misma manera cuando el padre no está presente les deja una gran enseñanza que ayuda a forjar el carácter de los hijos, volviéndolos mucho más fuertes que el resto.
El desarrollo y crecimiento emocional no es afectado cuando hay una falta de uno de los dos progenitores.
Sin embargo, si los niños viven un conflicto familiar, como un divorcio, es cuando su desarrollo emocional se afecta.
Como ves, no hay que caer en el pensamiento colectivo que suele ser duro cuando describe solo lo que creen negativo de una situación similar.
Está en las manos de la madre y el hijo y la fuerza del vínculo que generen para crecer y desarrollarse emocionalmente con éxito.