En Cuba, el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) de La Habana desarrolló un fármaco que se aplica a través de las vías nasales con el objetivo de inocular a toda la población y afrontar el gran incremento de casos a coronavirus.
Llamado científicamente Nasalferón, este inmunoprotector con acción profiláctica impide que el virus SARS-CoV-2 pueda replicarse de manera rápida. La administración de la dosis tiene un costo cero y es aplicado a todos los cubanos que arriban al país procedente del extranjero.
Según las autoridades sanitarias, se espera que el fármaco pueda ser suministrado a los dos millones de habitantes, aproximadamente, y la utilización consiste en aplicarse una gota durante 10 días, en la mañana y en la noche.
"Los convivientes deben iniciar el tratamiento tres días antes del arribo del viajero a su domicilio", señaló la directora de Ciencia e Innovación Tecnológica del Ministerio de Salud Pública, Ileana Morales, a los medios locales.
De acuerdo a informes oficiales, la capital de Cuba se encuentra viviendo un rebrote del virus debido a que la semana pasada presentaron un rango de 80 infectados todos los días, obligando a utilizar el Nasalferón para intentar frenar el aumento desmesurados de contagios.
Según explica Ileana Morales, el fármaco tiene como principal base un interferón que se desarrolló en el mismo país y que arrojó un 93% de efectividad en el personal médico que desempeña funciones en la 'Zona Roja' de los hospitales, donde se encuentran los pacientes más graves de COVID-19.
Hasta agosto del año pasado, el medicamento fue aplicado a más de 17.000 profesionales de la primera línea contra la pandemia y a un millar de personas catalogadas como "vulnerables" porque sobrepasan la edad de 60 años.
Con la nueva variante de la cepa del coronavirus el contagio es mucho más, según explican los virólogos. Algunas de las vacunas que han sido aprobadas tienen los componentes para enfrentar este cambio en el virus.