La falta de luminosidad en la piel es el producto de una suma de causas relacionadas a un desprolijo cuidado del cutis y un compendio de malo hábitos que hacen que nuestra dermis luzca mucho más cansada. Una mala limpieza de la piel, la contaminación del ambiente, el estrés y la deshidratación son algunos de los síntomas que reflejan esta problemática.
"Cuando hablamos de una piel radiante, nos referimos a la salud de la piel como órgano", comentó Kay Ali, nutricionista experta de Beauty Pie a Vogue. Y agregó que "nuestra piel resplandece y luce lo mejor posible cuando todos los aspectos de su funcionamiento -desde la renovación celular y la producción de colágeno hasta el mantenimiento de un manto ácido armonizado- funcionan de forma óptima".
TE PUEDE INTERESAR: Pamela Franco vuelve a los escenarios con magnético vestido de 'pailettes' dorado
LEE MÁS: Isabel Acevedo y el ranking de los 5 trajes de baño con los que paralizó las playas de Miami
Para poder combatir los perjuicios de una piel apagada se debe tener en cuenta que ello se intensifica durante la época de frío, según puntualizan los expertos. “La piel seca y con aspecto apagado tras el largo periodo invernal, debido a la disminución de la producción de sebo" y "como resultado de un suministro insuficiente de sangre en las capas externas de nuestra piel, la exposición al frío, el viento, las temperaturas extremas, y la sequedad de la calefacción interior".
Otros elementos como un sueño inadecuado, la falta de ejercicio, un excesivo tiempo frente a las pantallas, una mala alimentación, la acumulación de impurezas en la piel, el envejecimiento prematuro de la piel pueden ser factores que agraven las condiciones naturales de la piel.
TE PUEDE INTERESAR: Ivana Yturbe deslumbra con impoluto mini vestido fluido con holanes que exalta su embarazo
NO TE PIERDAS: Sofía Franco reaparece con imponente look que evoca al icónico vestido de la venganza de Lady Di
Ante ello surge la interrogante sobre cuáles son las principales claves que debemos seguir para obtener una piel sana y llena de vida. Dos palabras aparecen como fórmula necesaria para su cuidado: exfoliación e hidratación. La limpieza facial nos librará de la acumulación de células muertas en la piel dando como resultado un cutis más predispuesto a absorber los productos que vayamos a aplicar para conseguir una dermis más luminosa e hidratada.
En esa línea los productos con vitamina C son ideales para mejorar nuestra rutina de cuidado de la piel. Al respecto, el especialista Daniel Isaacs, director de investigación de Medik8, refiere que es "considerado uno de los mejores antioxidantes en el cuidado de la piel, la vitamina C está presente de forma natural en el cuerpo y trabaja para proteger la piel de los daños ambientales que pueden producirse a lo largo del día". “Esto incluye los daños del sol y la contaminación. La vitamina C también actúa para promover un cutis radiante y más luminoso a la vez que impulsa la producción de colágeno para conseguir una piel más firme y de aspecto más joven". Después de ello lo recomendable es retener la humedad en la piel más aún luego de haber culminado con la exfoliación. Para apoyar esta rutina se utilizan los sérums hidratantes, cremas o productos que cumplan con estos beneficios para conseguir un cutis más uniforme.