El uso de la miel en diversos tratamiento de belleza se ha convertido en uno de los clásicos, pues ayuda a mejorar la piel por ser uno de los mejores hidratantes naturales. Además, la miel tiene increíbles propiedades limpiadoras que ayuda a acabar con las células muertas que son las que obstruyen que nuestra piel tenga luminosidad y suavidad.
Es por ello que aquí te enseñaremos a usar la miel como un exfoliante casero, que en este caso está acompañado de la avena que es un muy buen complemento.
Necesitas:
- 1 cucharada de miel
- 2 cucharadas de copos de avena
Preparación y uso:
- En un recipiente completamente limpio, coloca ambos ingredientes y con ayuda de una cuchara o tenedor comienza a mezclarlos por completo.
- Combina muy bien hasta que logres crear una pasta espesa y consistente.
- Luego, limpia completamente tu rostro, para eso ayúdate con un gel adecuado para tu tipo de piel.
- Continúa aplicando el producto haciendo masajes circulares y espera un par de minutos.
- Pasado el tiempo, retira el producto con abundante agua fría o tibia y termina secándote la cara con una toalla limpia.
- Para terminar aplicándote una crema hidratante para potenciar el efecto de este tratamiento casero.