La realidad a veces duele. Y es que hay cosas que uno ve en los restaurantes, pero cuando quiere replicarlas en casa, se da con la sorpresa de que el resultado es desastroso. Pasa, por ejemplo, con el tocino crocante. Algo que parece tan sencillo, en realidad requiere cierta técnica y algunos implementos de cocina para facilitar su ejecución. Sobre todo porque es uno de los complementos preferidos para las hamburguesas.
Usualmente, los cocineros profesionales tienen toda una batería de implementos de cocina que les ayudan a conseguir los resultados que buscan, no solo en menor tiempo, sino con mejores resultados que lo que podemos conseguir en casa. Por eso, cuando queremos replicar esos anhelos gastronómicos suele embargarnos la frustración; o nos toma el doble de esfuerzo conseguir el resultado deseado. Pero no te preocupes, aquí te daremos algunos consejos para que alcances esa textura deseada en tu cocina. Vamos por pasos.
Un buen resultado requiere un producto idóneo. En los restaurantes suelen comprar la pieza entera de tocino ahumado y cortarla a la medida deseada: 2-3 mm de grosor. Si no puedes hacerlo y vas a comprar el tocino previamente cortado, busca el más grueso. Recuerda que el tocino se reduce al desprender grasa y puede quedarte de un tamaño muy reducido. Si lo compras embolsado, enjuaga el tocino en agua caliente para eliminar el exceso de grasa que suele venir en el empaque. Eso sí, asegúrate de secarlo bien.
Hornear es el mejor método para conseguir el objetivo deseado. Claro, no todos los hornos son iguales. Los profesionales tienen equipos que les permiten cosas maravillosas, pero en casa tenemos que conformarnos con lo que hay: el horno regular de cocina o el hornito para calentar al pan. Cualquiera de los dos funcionará.
La rejilla es básica para eliminar la grasa y la humedad que va a botar el tocino al calentarse. Recuerda que la humedad es enemiga del crocante. Nuevamente, entre los implementos de cocina hay unas rejillas profesionales, pero puedes usar la que viene en el hornito. Eso sí, asegúrate de poner debajo una bandeja para que capte la grasa del tocino. Además, esa rejilla también te va a servir para dejar enfriar el tocino una vez listo, ya que nadie quiere el exceso de grasa.
Esta rejilla sirve para que el excedente de grasa caiga y no se quede adherido al tocino.
o son indispensables pero ayudan. El papel aluminio te puede servir para recibir la grasa que caerá del tocino en la bandeja, ya que va a ser más fácil limpiar. El papel manteca te puede servir en caso no tengas rejilla y debas colocar el tocino en una placa o bandeja metálica. Finalmente, el papel toalla te servirá para absorber el resto de grasa que queda sobre el tocino.
Si hay exceso de grasa, es mejor retirarla y seguir horneando el tocino hasta que esté listo.
Coloca el tocino en una rejilla. No importa si se montan, porque al final se van a reducir. Además, montados entran más. Debajo, como dijimos, una bandeja con papel aluminio para recoger la grasa. El horno debe estar a 180°C. Debes ir mirando hasta que haya alcanzado su punto. Una vez listo, escurre y absorbe el exceso con el papel toalla y deja enfriar. El tiempo que demore dependerá de qué tan crocante lo quieres.
Si no tienes rejilla, cubre la bandeja con papel manteca o aluminio, y hornea también a 180°C. Si pasados unos minutos ves que hay demasiada grasa, puedes retirarla. Puedes, también, hornear a menos temperatura, digamos 150°C., al inicio —10 minutos— y en los minutos finales, elevar a 200°C hasta que tengan el punto deseado. Eso sí, de esta forma debes tratar de retirar al final la mayor cantidad de grasa excedente posible.
Como ya dijimos, el horno es la mejor alternativa, pero si no puedes usar uno, ten en cuenta que el problema de la sartén es que el calor se concentra en los puntos de contacto con el tocino (por lo que habrá partes más cocidas que otras una vez que empieza a contraerse) y que, además, es más difícil controlar la temperatura con el exceso de grasa que libera el tocino. En todo caso, hay que dejar que el tocino se fría en su propia grasa y al final eliminar el exceso en una rejilla y con papel toalla.
Las ollas de fierro fundido son buenas para freir tocino porque distruibuyen y mantienen muy bien el calor.
Después de cocinar el tocino puedes reservar la grasa que ha liberado tras pasarla por un filtro de papel. Si lo haces al momento es mejor, porque está más suelta y pasará más fácilmente a través del filtro. Esa grasa te puede servir para darle sabor a otros platos, como un chaufita o un pescado frito. Ah, si quieres guardar el tocino, hazlo en un táper y entre hojas de papel toalla. Te pueden durar hasta 4 días a temperatura ambiente, pero bien cerrado y cambiando de papel diariamente.
No olvides escurrir la grasa excedente en la misma rejilla.