El producto que alivia el estrés, mejora tu sueño y reduce la fatiga de forma considerable en tu día a día
El estrés es la enfermedad moderna que afecta a millones de personas en el mundo, por ello hoy el doctor Jose Luis Pérez Albela dio un importante consejo.
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Las sales de Epsom, conocidas también como sulfato de magnesio, son un compuesto cristalino incoloro que se encuentra de forma natural en la salmuera de ciertas fuentes de agua mineral. Su nombre proviene del pueblo de Epsom, en Surrey, Inglaterra, donde fueron descubiertas por primera vez. A lo largo de los siglos, han sido empleadas con propósitos medicinales, terapéuticos y domésticos debido a sus múltiples beneficios para la salud.
El hallazgo de estas sales se atribuye a Henry Wicker, un comerciante que las encontró en una fuente de agua mineral cercana a la ciudad de Epsom. Los habitantes del lugar notaron sus propiedades curativas y comenzaron a utilizarlas para tratar diversas dolencias.
Durante el siglo XVIII, las sales de Epsom ganaron popularidad en Inglaterra y Europa. Se usaban para aliviar dolencias como dolores musculares, trastornos digestivos y afecciones cutáneas. También fueron ampliamente utilizadas como laxante y en baños de inmersión para reducir el estrés y la tensión muscular.
Su fórmula química es MgSO₄·7H₂O, lo que indica que cada molécula contiene un átomo de magnesio, uno de azufre, cuatro de oxígeno y siete moléculas de agua.
Beneficios principales de las sales de Epsom
- Favorecen la función nerviosa y muscular: Gracias a su contenido de magnesio, un mineral esencial para el correcto funcionamiento del sistema nervioso y muscular. Su deficiencia puede causar calambres, fatiga y trastornos del sueño.
- Reducen el estrés: Contribuyen a disminuir los niveles de cortisol, la hormona relacionada con el estrés.
Modo de uso
Para aprovechar sus beneficios, se recomienda disolver entre 1 y 2 cucharaditas de sales de Epsom en una taza de agua tibia y beberla con el estómago vacío una vez al día.