Esta semana, Francesco Spagnesi, el párroco de la iglesia de la Anunciación de Castellina (Italia) que fue arrestado por la Policía el pasado mes de septiembre, fue condenado a tres años y ocho meses de cárcel y a un pago de reparación civil.
Como se recuerda, Spagnesi fue acusado de robar miles de dólares de las arcas de la diócesis para organizar orgías gay con consumo de drogas. El cura de 40 años negoció la sentencia como parte de un acuerdo de culpabilidad en el que se confirmaron los cargos de tráfico de drogas y apropiación indebida.
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El sacerdote ocultó que era VIH. Se supo que la corte retiró los cargos de intento de daño grave por, presuntamente, haber tenido sexo sin protección y por haber ocultado su estado de salud a los hombres con lo que habría mantenido intimidad.
El novio de Spagnesi, Alessio Regina, también fue condenado a tres años y dos meses de prisión por complicidad en la compra y venta de drogas.
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El exsacerdote cumplirá parte de su condena en una comunidad terapéutica, donde recibirá tratamiento por su adicción a las drogas y se le pedirá que realice servicios sociales.
Asimismo, el tribunal determinó que Spagnesi tendrá que devolver los, aproximadamente, 338.000 dólares que robó de su parroquia.
Se cree que usaba ese dinero para comprar la ‘droga de las violaciones’ y organizar, a través de Internet, fiestas orgiásticas a las que asistían médicos, banqueros y empresarios. Se calcula que hasta 200 personas llegaron a participar en ese tipo de eventos.