Investigadores reciben el Premio Nobel de Medicina tras revolucionario descubrimiento
David Julius y Ardem Patapoutian sorprenden con un revolucionario descubrimiento sobre la reacción del cuerpo ante el calor, el frío y el tacto.
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El pasado lunes 4 de octubre, la Asamblea Nobel del Instituto Karolinska de Estocolmo en Suecia anunció quienes son los nuevos ganadores del Premio Nobel de Medicina 2021. El reconocimiento se lo llevaron David Julius y Ardem Patapoutian por sus descubrimientos de receptores para la temperatura y tacto.
La distinción en la histórica categoría de ciencia llegó tras descubrir la procedencia de experiencias corporales que se manifiestan a toda hora. Es decir, cómo el cuerpo reacciona las sensaciones esenciales de frío y calor para la supervivencia y la conexión con el mundo. “Los galardonados identificaron los eslabones faltantes críticos en nuestra comprensión de la compleja interacción entre nuestros sentidos y el medio ambiente”, enfatizó la web oficial Nobel Prize mediante un comunicado.
Sus hallazgos fueron clasificados por el Nobel Prize como “revolucionarios”, además dieron influyeron en la continuidad de la carrera de una serie de investigaciones que buscan comprender más afondo el sistema nervioso.
“La intensa investigación en curso que se originó a partir de los descubrimientos galardonados con el Premio Nobel 2021 se centra en dilucidar sus funciones en una variedad de procesos fisiológicos”, menciona la nota de prensa de Nobel Prize.
Finalmente, agregan que este conocimiento adquirido tiene el potencial para involucrarse en el desarrollo de tratamientos para combatir el dolor crónico y “una amplia gama de enfermedades”.
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¿Qué descubrieron David Julius y Ardem Patapoutian?
Juluis es un reconocido fisiólogo estadounidense de la Universidad de California, mientras que Ardem Patapoutian se destaca por ser biólogo y neurocientífico libanés. Ambos respondieron la gran incógnita de cómo se inician los impulsos nerviosos para que el cuerpo pueda percibir la temperatura y la presión.
Esto quiere decir que, lograron identificar un sensor en las terminaciones nerviosas de la quién que responden al calor. Para ello, Julius usó un compuesto picante de los chiles y ajíes que induce esa sensación de ardor llamada capsaicina. Asimismo, Ardem descubrió una nueva clase de sensores que responden ante los estímulos mecánicos tanto en la piel como los órganos internos.
Si bien el conocimiento sobre la capsaicina lo tenía Juluis desde los años 90, el descubrimiento llegó mucho después cuando lograron revelar la incógnita general. La capsaicina activa las células nerviosas, no obstante, hasta la fecha no se conocía la forma en que dicha sustancia química ejercía su trabajo. Los ganadores del Premio Novel 2021 de Medicina buscaron sin descanso lo que creían que era un pedazo de ADN, pero terminaron revelando que un gen codificaba el receptor de la capsaicina para crear el estímulo. A la proteína la llamaron TRPV1.
Tras su descubrimiento, ambos investigadores decidieron probar la sustancia química del mentor para ver cómo reaccionaba el sistema nervioso a las temperaturas frías. Mediante ese proceso identificaron la TRPM8, es así cómo otros especialistas ampliaron la información usando ratones modificados genéticamente. Ellos buscaban “investigar las funciones de estos canales en la sensación térmica”.
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¿Hubo algún descubriendo previo?
En el siglo XVII el filósofo, matemático y físico, René Descartes, había imaginado hilos que conectaban la piel y el cerebro. Estas conexiones imaginarias emitían señales al órgano central del sistema nervioso, el cual reaccionaba al tener contacto con el fuego.
En 1944, Joseph Erlanger y su colega Herbert Gasserre recibieron un Premio Novel de Fisiología o Medicina “por su descubrimiento de diferentes tipos de fibras nerviosas sensoriales que reaccionan a distintos estímulos”; por ejemplo, “en las respuestas al tacto doloroso y no doloroso”. (Con información de La República)