Satipo exige el relevo de sus policías por ola de crímenes

Llenos de indignación y violencia, los pobladores de la provincia de Satipo, en Junín, vienen protestando por la ola de crímenes que soportan. El último asesinato del joven empresario y promotor de eventos Malek Giordano Andía Quispe (22) les ha afectado y exigen más seguridad.

Los ánimos están caldeados en esa zona de la selva central. Durante la movilización del sábado, los manifestantes incendiaron el palacio municipal y atacaron las sedes del Poder Judicial y la Fiscalía.

También intentaron tomar por asalto la comisaría para hacer justicia con sus propias manos contra seis extranjeros que fueron detenidos luego del asesinato que ha conmocionado a esta ciudad del país.

Hombres y mujeres de toda edad atacaron, asimismo, algunos bares, prostíbulos y otros locales privados para exteriorizar su indignación a causa de la serie de robos, asesinatos (8 casos); así como denunciar ‘zonas liberadas’ y exigir la remoción de todo el personal policial.

Andía Quispe fue asesinado en el sector de Las Dalias, en el centro nocturno Venus, en Río Negro. Testigos revelaron a la policía que fueron tres sujetos armados los que ingresaron al local y dispararon seis tiros a quemarropa contra el joven.

Luego de advertir el tiroteo, los agentes del orden salieron en operativo y detuvieron a seis extranjeros como sospechosos.

Por eso los pobladores se organizaron para protestar durante todo el fin de semana. “En apenas siete días han asesinado a tres personas, pero este año ya son ocho” se quejó una mujer.

Los más exaltados gritaban cambios en la Policía. Durante el segundo día de movilización tuvieron una reunión con los altos mandos de la región. Acordaron que en 60 días se cambiará a todo el personal de la comisaría de Satipo.

Antes, los manifestantes habían descargado su furia contra las instituciones públicas encargadas de administrar justicia y seguridad. Atacaron la vivienda del alcalde Iván Olivera, incendiaron la municipalidad, destruyeron ventanas del Ministerio Público y el Poder Judicial, también la central de monitoreo y una clínica odontológica.

Otro grupo llegó hasta el sector de El Faraón donde bloquearon la Carretera Central y quemaron motos y otros objetos para exigir la expulsión de delincuentes extranjeros.

“Cuando hay un reclamo justo, lo mejor es escucharlo”, sostuvo un vocero de los ciudadanos. Además, dijo que la Policía tiene que hacer ajustes en base “a lo que el pueblo pide”.

Recién ayer una aparente calma volvió a Satipo, aunque el pueblo está expectante.

La última víctima en Satipo era hijo del empresario ayacuchano Ronald Andía García, quien es dueño de un complejo turístico (Paraíso Inn Hotel). Tanto él como su padre realizaban constantes labores sociales y eran muy queridos. Su madre exige justicia.

Otro crimen que desató una fuerte protesta ocurrió en Huánuco, Jonathan Alberto Gomero Carlos, un ingeniero metalúrgico de 30 años, fue hallado sin vida en el río Huallaga.

El joven había llegado procedente de Lima para celebrar el cumpleaños de su hermano menor. El 30 de enero acudió con un amigo a una discoteca del distrito de Amarilis y no se supo más de él. Su cuerpo fue encontrado flotando en la represa de la central hidroeléctrica de Chaglla.

(Con información de Óscar Chumpitaz/LR)