“Las mujeres no piden ni provocan ser violadas”, carta abierta al Cardenal Cipriani

Por Sandra Olivari - Redactora Wapa.pe

A pocos días de que todas las peruanas levanten su voz de protesta en la marcha “Ni una Menos”, el cardenal Juan Luis Cipriani dio un comentario grave sobre el abuso sexual a las mujeres: “Las estadísticas nos dicen que hay abortos de las niñas, pero no es que hayan abusado de las niñas, son muchas veces porque la mujer se pone como que en un escaparate, provocando”, declaró en una entrevista para Rpp. ¿Es en serio las palabras del Cardenal devoto del Dios que defiende al desamparado, marginado por la sociedad, por enfermedad y que afirma en el Nuevo Testamento la frase “Dejad que los niños vengan a mí, y no se lo impidáis, porque de los que son como éstos es el reino de Dios” (Lucas 18:16)?Las declaraciones del Cardenal impactan en nuestra sociedad peruana porque pone justificación a las violaciones de niños. Al parecer, los sacerdotes y clérigos de la iglesia que pertenezco y que no tienen escrúpulos para violar comparten ese pensamiento para no sentir culpa.Sus palabras reflejan la poca moral de un clérigo, lo cual es tan contradictorio a su profesión. ¡Quién diría que un representante de la palabra de Dios se atrevería a afirmar que los niños piden ser violados o abusados. Las mujeres no piden ni provocan ser violadas. No nos ponemos en un “escaparate” ni ningún tipo de máscara para provocar.Las mujeres no buscan sexo en las calles o lugares cerrados. Las mujeres desean ser respetadas más allá que por el  hecho de ser mujer, sino también, como ser humano que piensa, que puede desarrollarse sin ser oprimida o atacada y si existe alguien especial que merezca amarla, elegir a esa persona como su compañero de vida. Las mujeres esperan que el momento de ser madres se dé cuando tengan mayoría de edad y el padre sea un hombre que las respete en vez que un violador. Una madre desea que sus hijas sean mejor que ella y que no le quiten la inocencia en su niñez solo porque un hombre trastornado creyó que su niña lo estaba “provocando”.  No estoy en contra de la Iglesia Católica Apostólica Romana, sino alzo la voz para que lleguen mis palabras al Papa. Personas de mal corazón que culpan a niñas de meses a 12 años de edad por ser violadas no deben de representar la labor de la Iglesia. Por supuesto, ninguna mujer debe de aceptar las palabras del Cardenal Cipriani por más que se trate de la más devota de la Iglesia. Señor Cipriani, ¿Cuántas veces usted o los curas de su congregación han sido provocados por niñas o mujeres?¿Qué tipo de Iglesia puede aceptar que sus propios clérigos culpen a las niñas y mujeres  de ser violadas? Cipriani debería llamar a la paz y llenar de esperanza a las familias en que una hija, hijo o madre ha sido víctima de abuso sexual. Pero, la realidad es que en Perú hay personas sin corazón ni conciencia quienes ven como una oportunidad el momento de estar cerca de un menor o una mujer para violarla.