¿Morderse las uñas es una característica de personas perfeccionistas?

Morderse las uñas es una característica habitual de muchas personas y que muchos especialistas han mencionado que podría perjudicar la salud. Sin embargo, un nuevo estudio científico realizado por la Universidad de Montreal, Canadá, señala que es una acción de ser perfeccionista.

Es nueva información ha sorprendido a muchos, ya que además, el estudio afirma que los comportamientos repetitivos como morderse las uñas, cortarse la piel o tirar de las pestañas podrían ser características de personas perfeccionistas, lo que significa que no pueden relajarse y realizar tareas un ritmo normal.

Ante ello, con el fin de conocer si esta nueva información que viene circulando en las redes sociales es verdad, Wapa.pe conversó con la Dra. Gabriela Cossi, psicóloga de Clínica Internacional y nos señaló lo siguiente. ¡Atenta y toma nota!

Las personas suelen morderse las uñas porque muestran una fuerte carga de estrés, que denotan su impaciencia, frustración y liberación de energía reprimida sumado a un agotamiento mental.

“Algunos especialistas consideran que es una fijación producida por una situación que puede ser debido a la necesidad de mejorar y buscar la perfección frente a actividades específicas que se han propuesto, la necesidad de morderse las uñas en muchos casos calma necesidad de cumplir con un objetivo o deseo trazado de forma exitosa y perfecta”, explica la especialista.

Estas personas se enfocan compulsiva e incansablemente hacia determinadas metas, y que miden su propio valor enteramente en términos de productividad y cumplimiento de objetivos buscando la perfección en caso de no lograrlo, se ve vulnerada su autoestima y podrían padecer cambios en el estado de ánimo y un debilitamiento en su auto control.

- Identificar los obstáculos y buscar soluciones en la medida de sus posibilidades.

- Aprender a manejar el estrés con técnicas de relajación como respiración profunda y meditación.

- Tolerar situaciones que no se puedan controlar y realizar tareas en ritmo y tiempos normales.

- Tener un sueño reparador, mediante horas de sueño adecuadas, se recomiendan 8 horas.

- Buscar apoyo psicológico especializado.