León XIV lanza su primer mensaje global: defiende al “niño por nacer” y respalda el modelo de familia tradicional
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En su primer gran discurso ante representantes diplomáticos del mundo, el papa León XIV dejó en claro cuál será el rumbo de su pontificado: una firme defensa de los valores tradicionales de la Iglesia Católica. Desde el Vaticano, el nuevo sumo pontífice hizo un llamado directo a los gobiernos para construir sociedades más armónicas, colocando a la familia formada por un hombre y una mujer en el centro de las políticas sociales.
Durante su intervención ante el Cuerpo Diplomático acreditado ante la Santa Sede, León XIV abordó temas como la paz mundial, la justicia social y la defensa de la vida humana desde su etapa más temprana. “Procurar la paz exige practicar la justicia”, afirmó, y advirtió que el desequilibrio social, las injusticias laborales y la desintegración familiar están generando entornos cada vez más conflictivos.
Una advertencia a los gobiernos del mundo
Para el papa, los líderes políticos no pueden ser indiferentes al deterioro del tejido social. “Es responsabilidad de quienes gobiernan promover sociedades pacíficas e inclusivas, y eso solo es posible invirtiendo en la familia, fundada sobre la unión estable entre un hombre y una mujer”, subrayó.
Con estas palabras, León XIV marcó un contraste claro con el estilo de su predecesor Francisco, sugiriendo un regreso a posturas más conservadoras en temas como el matrimonio y la estructura familiar.
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Defensa de los más vulnerables… desde antes de nacer
Uno de los momentos más contundentes del discurso fue su firme defensa de los derechos de los más frágiles: enfermos, adultos mayores, migrantes, desempleados y, de forma especial, los niños por nacer. El papa llamó a no normalizar el abandono ni la exclusión de estos grupos y recordó que todos tienen “la misma dignidad, la de una creación amada por Dios”.
“Ningún católico puede eximirse de promover contextos donde se respete la dignidad humana, desde el niño por nacer hasta el anciano”, enfatizó.
Una etapa marcada por el regreso a los valores tradicionales
Con este mensaje inicial, León XIV no solo ha presentado los pilares de su gestión espiritual la paz, la justicia y la verdad, sino también una visión clara y sin rodeos sobre lo que considera esencial para el bienestar de la humanidad: familia, vida y orden moral. Su postura ya ha empezado a generar reacciones tanto dentro como fuera de la Iglesia, marcando el inicio de un papado que, todo indica, no pasará desapercibido.
