La siesta en los bebés: cuánto tiempo deben dormir según su edad

El cuidado de los bebés es muy importante, por lo que se le debe brindar una buena alimentación, aplicar sus vacunas, brindarle un buen soporte para su desarrollo psicomotriz, entre otros. Asimismo, la hora de la siesta también juega un papel fundamental.

Los recién nacidos suelen dormir varias horas al día. Por ello, el horario y el tiempo de sueño varía con la edad del niño, a medida que van creciendo. Pero estos descansos durante el día siguen siendo imprescindibles durante sus primeros años de vida.

Es importante mencionar que, no hay un patrón único, ya que cada niño es un mundo y tiene diferentes necesidades, por lo que a unos les basta con media horita para reponer fuerzas, mientras que otros precisan una siesta de dos horas.

De acuerdo a la Asociación Española de Pediatría (AEP), indica que "las siestas son habituales hasta los 3-4 años. Pero a partir de esta edad, algunos niños siguen durmiendo a media tarde sin que interfiera su sueño nocturno".

Los pequeños pasan la mayor parte del día durmiendo. De hecho, antes de los seis meses necesitan dormir aproximadamente de 16 a 20 horas cada día y, como es imposible que todo ese tiempo sea de noche, harán muchas siestas diurnas. Después, se va reduciendo ese tiempo.

Los bebés establecen una rutina de siestas. Suelen echarse una a media mañana, otra por la tarde e incluso una tercera después del baño.

Es probable que se suprima poco a poco uno de los dos descansos, normalmente el de por la mañana. Pero seguirán durmiendo la siesta de la tarde, que se irá reduciendo en tiempo, según avancen los meses. Hay que dejar que sea su ritmo biológico natural quien ajuste su duración.

Las necesidades de sueño hacen que se recomiende que los niños duerman la siesta de la tarde como rutina hasta los cinco años, pero no siempre es así. Hay niños que no quieren o son incapaces de dormir de día, mientras que otros abandonan el hábito porque en el cole no disponen de tiempo ni espacio para echarse.

Tras mencionar estos puntos, es importante resaltar que, el sueño es un factor fundamental en el desarrollo físico, intelectual y emocional del ser humano. Por ello, los beneficios de la siesta en los niños van más allá de la reposición de fuerzas, desde el punto de vista físico.

(Información compartida en el portal Bebés y más)