Virgen del Carmen: Conoce cuál es su historia y la poderosa oración que debes rezar para pedir su protección

Cada 16 de julio, miles de fieles alrededor del mundo rinden homenaje a la Virgen del Carmen, considerada una de las advocaciones más queridas del catolicismo. Su historia, marcada por fe y milagros, ha trascendido generaciones. En esta nota te contamos quién fue y cuál es la poderosa oración que muchos rezan para pedir su ayuda.

La devoción a la Virgen del Carmen se remonta al Monte Carmelo, en Haifa (Israel), donde un grupo de ermitaños construyó una capilla cerca de la cueva del profeta Elías, dedicándola a Santa María bajo el título de Nuestra Señora del Carmen. Con el tiempo, esta advocación mariana se convirtió en uno de los cultos más populares del cristianismo.

Uno de los momentos más emblemáticos de esta historia ocurrió el 16 de julio de 1251, cuando San Simón Stock, superior general de la Orden del Carmen en Inglaterra, tuvo una visión de la Virgen. En la aparición, ella le entregó el escapulario con la promesa: “Esto es un privilegio para ti y para la orden: quien muera con el Escapulario se salvará”. Desde entonces, esta fecha se convirtió en símbolo de protección y fe para millones de devotos.

En 1587, la Iglesia reconoció oficialmente esta tradición, y el Papa Pío X reforzó su culto al decretar la coronación de la Virgen del Carmen con una corona de oro en Mendoza, Argentina. La imagen mariana no solo es venerada en ese país, sino que también ocupa un lugar importante en países como Perú, Colombia, Venezuela, Chile, Bolivia, España y más.

El uso del “Escapulario Marrón”, como también se le conoce, se popularizó en todo el mundo. Para muchos creyentes, llevarlo representa un acto de fe, entrega espiritual y confianza en la guía de la Madre del Carmen, tanto en vida como en el momento de la muerte.

En el portal ACI Prensa puedes encontrar las oraciones más poderosas que puedes rezar a la Virgen del Carmen para pedir su ayuda y protección:

“Oh Virgen María, Madre de Dios y Madre también de los pecadores y especial Protectora de los que visten tu sagrado Escapulario, por lo que su Divina Majestad te engrandeció, escogiéndote para verdadera Madre suya, te suplico me alcances de tu querido Hijo, el perdón de mis pecados, la enmienda de mi vida, la salvación de mi alma, el remedio de mis necesidades, el consuelo de mis aflicciones y la gracia especial que te pido en esta Novena, si conviene para su mayor honra y gloria y bien de mi alma; que yo, Señora, para conseguirlo me valgo de vuestra intercesión poderosa.

Quisiera tener el espíritu de todos los ángeles, santos y justos a fin de poder alabarte dignamente y uniendo mi voz con sus afectos, te saludo una y mil veces diciendo: (Tres Avemarías).

Virgen Santísima del Carmen, yo deseo que todos sin excepción, se cobijen bajo tu sombra protectora de tu Santo Escapulario y que todos estén unidos a Ti Madre Mía, por los estrechos y amorosos lazos de ésta tu querida insignia.

¡Oh Hermosura del Carmelo! Míranos postrados reverentes ante su sagrada imagen y concédenos benigna tu amorosa protección. Te encomiendo las necesidades de nuestro Santísimo Padre el Papa y la Iglesia Católica, nuestra Madre, así como las de mi nación y las de todo el mundo, las mías propias y las de mis parientes y amigos.

Mira con ojos de compasión a tantos pobres pecadores, herejes y cismáticos, cómo ofenden a tu Divino Hijo y a tantos infieles cómo gimen en las tinieblas del paganismo. Que todos se conviertan y te amen, Madre Mía, como yo deseo amarte ahora y por toda la eternidad. Amén”.

"Tengo mil dificultades: ayúdame.

De los enemigos del alma: sálvame.

En mis desaciertos: ilumíname.

En mis dudas y penas: confórtame.

En mis enfermedades: fortaléceme.

Cuando me desprecien: anímame.

En las tentaciones: defiéndeme.

En horas difíciles: consuélame.

Con tu corazón maternal: ámame.

Con tu inmenso poder: protégeme.

Y en tus brazos al expirar: recíbeme.

Virgen del Carmen, ruega por nosotros.

Amén".